La tercera victoria al hilo ubicó a Atlanta por el momento en la segunda posición, con toda la ilusión para afrontar lo que sigue. En esta seguidilla de tres encuentros complicados el Bohemio mostró su mejor cara, y empieza a entrar en la discusión importante. En su visita al Deportivo Morón, mostró momentos de firmeza y de buen fútbol, aunque también sufrió contratiempos. Fue un partido entretenido, abierto, dinámico, con varias situaciones de peligro para los dos equipos. Atlanta logró definir en el primer tiempo con un cabezazo de Bonfigli, y con el 1-0 bastó para llevarse los tres puntos. No fue un triunfo holgado ni cómodo, se sufrió hasta el último segundo.
El conjunto de Sialle empezó sin ser protagonista, cediendo la iniciativa a Morón, pero luego demostró que con un poco de fútbol podía armar lío en el arco de Peratta. Con la apertura del marcador aparecieron más espacios. Mancinelli pudo haberlo liquidado, también el ingresado Maraschi. Cuando no pudo atacar y dominar la pelota de la mano de un inspirado Galeano, el equipo se resguardó en el impecable labor de sus marcadores centrales Talamonti y Martínez Montagnoli, en el incansable trabajo de Palisi, la gran figura de la cancha, y en la disciplina táctica y la solidaridad defensiva que le dieron solidez y autoridad en los tramos del partido en que el local se venía con todo.
Si bien Atlanta por momentos jugó bien, por momentos lo controló, no pudo liquidarlo y a veces estuvo muy cerca de la cornisa: casi se le escapa la victoria en una de las tantas chances claras que tuvo Morón para empatar.
Se ganó un partido difícil más allá de la ventaja histórica en el historial ante este rival, que no viene modificándose en los últimos años. En Villa Crespo hay ilusión porque el equipo está en un buen momento, Sialle encontró una base, hay varios rendimientos individuales en un alto nivel. Será cuestión de seguir confirmando en los próximos partidos que no es sólo una racha.
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