Lo que se jugó de partido fue breve pero la alegría terminó siendo inmensa. Atlanta se recuperó rápidamente de la eliminación en la Copa Argentina: se llevó un triunfo increíble en los 21 minutos que quedaban del partido suspendido frente a un rival directo como Platense en la lucha por el ascenso, y se acomodó en la tabla de posiciones cuando todavía debe dos encuentros postergados. Fue un hecho totalmente atípico, desde todo punto de vista. El escenario fue un estadio vacío, con las puertas cerradas. Justamente en el choque de los dos clubes con más historia del fútbol argentino de esta categoría. El 1-1 no parecía mal negocio para ambos, pero caía mejor en el visitante. El Bohemio jugó una primera etapa de 10 minutos muy mala, en la que no pisó el área rival y apenas logró pasar mitad de cancha. Platense, mejor parado y con más actitud, aprovechó las desconcentraciones defensivas bohemias. Se venía la noche con un penal polémico de Lugo, pero el mismo arquero se hizo enorme y se lo tapó a Vizcarra, para revivir a Villa Crespo. En el segundo tiempo, Atlanta emparejó, llegó con un remate claro de Miranda y luego lo ganó con un centro de Oyola y un gran cabezazo de Adrián Martínez, que hizo todo bien para sacarse de encima la marca y colocar la pelota junto a un palo. No faltaron emociones en un encuentro breve pero intenso. Atlanta pasó de lo que hubiera sido una durísima derrota a una gran victoria que no sólo lo fortalece de cara a lo que viene sino que debilita también a su rival.
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