domingo, 1 de octubre de 2017

ATLANTA 0 ESTUDIANTES 1

Atlanta tuvo su primer golpe, su primera derrota. Fue claramente injusta, inmerecida ante un Estudiantes que se dedicó a destruir el juego, apostar al contragolpe y logró convertir la única chance que generó, en el último minuto de partido. De todos modos, el conjunto de Berscé no jugó bien. No tuvo el volumen de juego que había lucido ante Almirante, ni la contundencia que había mostrado ante Pacífico. Fue el que tuvo las mejores intenciones, el que intentó jugar y buscar el triunfo, pero no le alcanzó. Los rendimientos individuales fueron más bajos, y la producción colectiva fue mucho más pobre. Miranda, el jugador del que más se espera en la creación, estuvo poco inspirado y apareció de manera intermitente. En su mejor jugada, habilitó mano a mano a Martínez, que definió al cuerpo del arquero. Fue la situación más clara que generó el Bohemio y no hubo mucho más que eso: aproximaciones, intenciones, una búsqueda sin precisión ni profundidad. Lo más lógico hubiera sido una igualdad en cero como castigo a Atlanta por su impericia y a Estudiantes por su mediocridad. Esto recién empieza y pronto el equipo de Berscé tiene la oportunidad de redimirse cuando visite el miércoles al puntero Tristán Suárez. ¿Las preocupaciones? La dificultad de Atlanta para resolver un partido que lo encontró como dominador de la pelota, la falta de alternativas en el banco de suplentes y la responsabilidad en el gol del arquero Lugo, que venía de cometer otro error en el gol recibido en Copa Argentina.

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