Atlanta es otra vez noticia en todo el mundo por una curiosidad desopilante. Su arquero -hoy titular- Fernando Pellegrino ha sido fuente de inspiración para miles de niños que han elegido disfrazarse como este temible guardavallas en ocasión de la celebración de Halloween, la festividad imperialista que hoy incluso ha invadido nuestra patria.
Pellegrino, con su enorme altura y sus criminales puñetazos en las pelotas aéreas, ha logrado en estos dos partidos mantener el arco en cero en un equipo que venía de recibir 11 goles en 180 minutos, y al mismo tiempo noquear a un par de jugadores rivales. Un tanto heterodoxa su forma de atajar, pero notablemente efectiva. Lo que es seguro es que el próximo que vaya a cabecear al área bohemia lo pensará dos veces. No querrá vérselas con el gran Pellegrino, quien ya ocupa el panteón de los monstruos más terribles, junto a la Momia Negro Luqui y el Hombre Bobo Cordone.
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