martes, 26 de abril de 2011

La verdà de la Moilanesky: Russsos 2 - Tanos 1


Como en un plácido viaje a través de un camino seguro, Atlanta se acerca a su destino y lo sabe. Las señales tranquilizan al viajante: ya falta poco, cada vez menos. Habrá que seguir transitando un poco más, como lo hizo en todo este trayecto, para llegar finalmente al lugar que merece. Paciencia: si no es hoy, será mañana. Y si no, pasado. Pero en algún momento llegaremos, y podremos decir que somos campeones, sin necesidad de bajar la voz por temor a llamar a las brujas. Paciencia que mientras el fútbol se desarrolla normalmente con su reparto de triunfos, empates y derrotas, las matemáticas siguen ajustando las probabilidades, y la nefasta posibilidad de una catástrofe se hace cada vez más pequeña y lejana.

Más allá de los detalles, Villa Crespo sigue de fiesta. Atlanta cumplió y venció a Italiano. Ahora entonces mantiene los 14 puntos de ventaja sobre Defensores, que ganó sobre la hora. El campeonato podría llegar oficialmente la fecha próxima, cuando el Bohemio visite a Morón.

Había que demostrar que la estrepitosa caída en Berisso había quedado atrás, y que el líder podía volver a levantarse como en otras ocasiones. Era necesario un saneamiento futbolístico pero la situación no era la mejor: Andrés Soriano, Valdez, Arancibia, Lolli lesionados, y Segovia suspendido. Javier Alonso decidió sacar además del once titular a Galeano y Carou, por bajos rendimientos. Por lo tanto se vieron varios nombres no habituales, entre ellos del debut absoluto del juvenil Mazzitelli en la zaga central. Por otra parte, el técnico eligió usar un 4-4-1-1, con Sparapani y Abel Soriano como jugadores más adelantados en un esquema nunca usado hasta ahora en esta temporada.

Está claro que en los últimos partidos Atlanta ha perdido un poco el hilo de juego y el concepto que lograron catapultarlo al cómodo liderato. Estando tan cerca de cumplir el objetivo, es una gran tentación ganar como sea para dar los últimos pasitos al título. Además, las constantes lesiones y suspensiones no han ayudado a mantener la regularidad que supo mostrar el equipo en otros momentos.

El funcionamiento defensivo era una incógnita, pero Cherro se lució sacando todo lo que pasaba cerca, y le facilitó el trabajo a su compañero debutante Mazzitelli, que no sufrió contratiempos. Mancinelli volvió a ser una importante arma ofensiva, y Ferragut cumplió correctamente su labor como lateral izquierdo. De este modo, esta defensa improvisada no tuvo demasiados problemas para frenar los débiles avances de Italiano, que solamente preocupó con las pelotas paradas.

Atlanta no jugó muy bien, pese a que se le dieron las condiciones necesarias en el partido para hacerlo. Abel Soriano encontró el gol en el primer tiempo y pocos minutos después convirtió el segundo al ejecutar un penal cometido a Guzmán. Abel, sin la compañía de su hermano mellizo, tuvo una gran actuación en el ataque bohemio, más allá de sus dos goles. Pogonza completó el podio del encuentro, junto a Cherro y Abel. Ellos fueron las referencias de un equipo que tenía ausencias importantes y que necesitaba que sus jugadores más experimentados estuvieran en su nivel. Atlanta, con poco, por su jerarquía y su búsqueda, se quedó con el merecido triunfo.

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