Saint Charles Village 3 ATLANTA 0
Una aplastante e indiscutible derrota sufrió Atlanta en la primera visita a Berisso en toda su historia. El alicaído San Carlos lo vapuleó con una goleada que pudo haber sido mayor que lo que fue, y habría causado una gran preocupación si no fuera porque el campeonato está cerca de terminarse y la ventaja de puntos es lo suficientemente grande como para no temer por la integridad de la punta. El gran alivio vino al día siguiente, cuando se conoció el empate de Defensores en Lomas de Zamora, lo que determina que la diferencia es de 14 puntos cuando faltan 21 en juego. Con tres triunfos más el Bohemio se asegurará el título, aun cuando su escolta gane todos los partidos que quedan.
De todas maneras, incluso convenciéndonos de que el ascenso no está en riesgo, lo ocurrido en Berisso no deja de ser un llamado de atención para un equipo acotumbrado a los éxitos, pero que también es capaz de sorprender con actuaciones desastrosas como ésta. Atlanta hizo todo mal de principio a fin, y pareció más bien un equipo que pelea en los últimos puestos antes que el cómodo líder del torneo. Y Villa San Carlos no venía precisamente bien, sino que por el contrario acumulaba malos resultados y rondaba por debajo de la mitad de tabla. El fútbol dio una muestra más de que es un deporte en el cual todo puede suceder.
Quizá podamos preguntarnos qué hubiera pasado si el local no encontraba ese gol a los dos minutos de iniciado el encuentro. O podríamos imaginar si hubiera sido lo mismo si Andrés Soriano no se hubiese lesionado en el primer cuarto de hora. Definitivamente son hechos que afectan el posterior desarrollo del juego, pero no podemos negar la realidad de los hechos que luego sucedieron. San Carlos fue ampliamente superior: mostró oficio, precisión y fútbol para complicar constantemente a los defensores bohemios. De contragolpe tuvo sus mejores chances, pero también gracias al juego aéreo. La falta de definición y las intervenciones de Llinás evitaron que se diera una goleada histórica.
Atlanta tuvo una tarde en que todo le salió mal. Ausentes Arancibia y Valdez por lesiones, Alonso armó una defensa con Mancinelli, Cherro, Segovia y Pasquini. Los dos centrales ganaron muy poco de cabeza en los pelotazos frontales y los laterales dejaron espacios para los avances locales. Pasquini jugó su primer partido como titular y lamentablemente no cumplió con las expectativas que generó en los pocos minutos que había estado en cancha anteriormente. En el medio, los volantes estuvieron perdidos y no pudieron tomar el control de la pelota en ningún momento. Sólo Sparapani, ingresado en el segundo tiempo, intentó manejar el balón y jugar, pero no fue suficiente. Atlanta no tuvo juego, ni propuestas ofensivas. Prácticamente no generó situaciones de gol: Bielkiewicz tuvo tiempo para demostrar sus aptitudes pero se perdió en la lucha con los defensores locales.
Un San Carlos picante en ataque y seguro en defensa fue demasiado para la peor versión del equipo bohemio en este campeonato. Defendió mal y atacó mal. Imposible no perder jugando así.
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