martes, 27 de abril de 2010
The real Comment: Atlanta 0 - Ned Flanders 0
¡Otra ocasión dilapidada y otro duro golpe a nuestra inoxidable esperanza! Seguro que el martes le ganamos a los brownies en Adrogué, nos subimos a la ilusión y el lunes derrapamos contra Colegiales y así sucesivamente!
¡Porque esto parece un palo enjabonado que cada vez que estás por llegar a la punta, te venís abajo en un santiamén, como la economía griega y, otra vez volver a empezar!
¡Otros dos puntos que se nos escapan en nuestro dulce hogar y otro 0 a 0 para el libro Guinnes de los records de empates sin abrir el marcador en Villa Crespo!
Y os puedo asegurar que el partido contra los canarios podía seguir toda la tarde que ninguno de los dos iba a conseguir mandar la globa a dormir entre las mullidas redes.
Si ese día se sacaban los arcos de la cancha, nadie se hubiese dado cuenta
Porque los delanteros de los dos bandos contendientes se cuidaban de ingresar a las áreas como si estuvieran infectadas con el virus de la Gripe A.
Es cierto con los jaureguiceños tenían tanto interés en hacer un gol, como Kichner de investigar los negociados de Jaime y que entonces la responsabilidad de romper el cero, era exclusivamente del club de nuestros amores.
A lo largo de todo este torneo, en el que tanto hemos padecido, ha quedado demostrado que Atlanta sufre como una Magdalena cada vez que debe convertirse en el muchachito de la película y que no encuentra la forma de penetrar las amuralladas defensas que suelen levantar quienes se llegan hasta Villa Crespo.
Para peor, tenía dos valores fundamentales con averías corporales como el Pollo Soriano y el Mágico González, además de Nico Cherro y otros dos purgando castigos por penas acumuladas: Arnacibia y Segovia.
Entonces el alineador bohemios puso estos once en otoñal tarde de sábado: Don Rodrigo de fiel cancerbero; El petizo Lolli, que fluctúa entre marcador de punta y wing derecho, el camionero Moyano, el Cali Izquierdoz y De Paulo fueron los cuatro defensas; el Torito Guzmán, Leandro Álvarez, el rutilante Rutili y Raúl Quiroga como volantes y el guaraní Acosta Cabrera y la pulga Acuña en la vanguardia.
El partido fue una monótona y desafinada sinfonía, con Atlanta al ataque sin variantes ni imaginación, repitiéndose una y otra vez, en jugadas inofensivas que solo hacían facilitarle la tarea de despeje a los torpes gigantones de la zaga flamenca.
Quiroga fracasaba ostensiblemente en el liderazgo de los suyos en la creación, tampoco ayudaba Álvarez y Rutili jugaba su peor partido desde que Dios lo trajo al mundo. Solo Guzmán y Lolli conseguían llegar hasta el fondo, pero nada más que para mandar centros horripilantes.
Mientras tanto, Acosta Cabrera seguía fiel a su costumbre de chocar con cuanto rival se le cruce y solo la Pulga Acuña trataba de jugar al fóbal, pero perdía casi siempre ante la envergadura física de sus marcadores.
Así y todo logró cabecear un centro solo en el área menor, pero le pegó con la ceja izquierda y la pelota se fue mansita por la línea de fondo. Y esa fue la única
El segundo tiempo era más de los mismo, y Alonso, que veía que las papas quemaban, mandó al campo de juego las joyas de la abuela: al Mágico y a Soriano, pero cuando estos terminaron de entrar en ritmo la tarde ya se moría.
Los flandrios siguieron aferrados al empate, como náufragos al madero y hasta se animaron a alguna incursión por las lejanas tierras de Don Rodrigo Llinás, pero sin ocasionar daño alguno.
Después la película tantas veces vistas, de ir e ir sin ton ni son mientras el reloj implacable consume los minutos en medio de la desesperación y el apuro, que se terminó traduciendo en imprecisión, cansancio e impotencia.
Había empatado Tristón, y perdido Los Andes. A la noche caería derrotado el gasolero y Atlanta no encontró jamás el arco para rubricar una victoria fundamental que lo hubiese acercado como nunca al reducido.
Ahora a esperar un milagro y ganar los tres partidos seguidos, algo tan difícil como ir al baño de cuerpo con el sobretodo puesto.
lunes, 26 de abril de 2010
La verdà de la Moilanesky: Atlanta 0 - Flanders 0
Cualquier esperanza de clasificar al Reducido se desvaneció en la grisácea tarde de Villa Crespo. Los nubarrones y el frío fueron los perfectos condimentos para el final del partido que disputaron Atlanta y Flandria. Los hinchas se fueron con la cabeza baja porque sabían que, si bien todavía siguen existiendo chances matemáticas, el empate dejaba al equipo prácticamente afuera del Reducido. La frustración de no haber podido vencer a Flandria contribuyó a una frustración mayor: la de no poder clasificar entre los primeros.
Lo que sucedió esta tarde es sintéticamente una buena demostración y explicación de porqué el Bohemio no podrá pelear por un lugar en la Promoción. A lo largo del torneo se perdieron muchos puntos por los empates en cero frente a rivales muy débiles en Villa Crespo. Ocurrió ante Central Córdoba, Español y Comunicaciones. Esta vez fue Flandria, un equipo que venía mal, ocupa las últimas posiciones y que obviamente no vino a ganar el partido. Pero nuevamente el conjunto de Alonso falló: no le encontró la vuelta, no pudo ganarlo, y terminó decepcionando.
El panorama en la previa no era del todo alentador: Atlanta sufría el mal de las ausencias. Abajo faltaban Cherro (lesionado), Arancibia y Segovia (suspendidos). Alonso armó una línea de cuatro improvisada con lo que tenía a mano: Lolli, Moyano, Izquierdoz y De Paulo. El Mágico y Soriano, que no estaban al 100%, esperaron en el banco. De este modo el técnico armó un 4-4-2, con Guzmán y Quiroga como carrileros, el doble cinco Álvarez-Rutili, y Acuña más Acosta Cabrera arriba.
La realidad es que Atlanta no jugó bien, más allá de que fue un poco más y pudo haberlo ganado con alguna de las pocas situaciones de gol generadas. El más incisivo, el que más complicó a los rivales, y el que más juego generó fue Guzmán, en el sector derecho. El que tuvo las chances más claras fue Acuña, una en cada tiempo, pero no tuvo precisión para definir.
Faltó juego y faltó agresividad para ir a buscar el partido, teniendo en cuenta la necesidad de triunfo que se tenía. Además, más allá de la tibieza ofensiva, las fallas locales estuvieron en el mediocampo, que no tuvo suficiente recuperación de pelota, y en la defensa, en donde la inexperiencia se hizo sentir. Por suerte, como Flandria hizo muy poco, los errores defensivos no se hicieron tan evidentes.
Los cambios realizados en el segundo tiempo no ayudaron para nada e incluso complicaron la situación. El Mágico y Soriano no lograron desequilibrar. De hecho al conductor se lo vio en un muy bajo nivel futbolístico. Pero lo que pareció perjudicial para los intereses del equipo fue el cambio táctico que se hizo al pasar de un 4-4-2 a un 3-4-1-2, ya que Guzmán y Acuña terminaron jugando de carrileros con obligaciones de marca, y ya no pudieron participar del ataque con el mismo protagonismo que en la primera etapa.
El final, anunciado, fue un 0-0 con gusto a nada. Un justo castigo para un Atlanta que no hizo los suficientes méritos para llevarse los tres puntos que tanto necesitaba si quería clasificar.
sábado, 24 de abril de 2010
martes, 20 de abril de 2010
The Real Comment : Armenio 0 - Atlanta 1
¡Que ragú pasamos este domingo, mi fiel escudero, allá en los lejanos pagos de Noray! Ni un emparedado de jamón ibérico, ni una butifarra ni una ensaimada, ni nada para llevarnos a nuestros sufridos estómagos que chiflaban como una gaita celta, tras la larga travesía. Y todo por la falta de previsión del ecónomo a cargo de la humilde taberna del multicolor estadio Armenia.
Pero no solo con las ganas de llevarnos algo a la boca nos quedamos, sino también con apetito de ver un espectáculo de fútbol medianamente digno y aceptable.
Claro que una victoria de nuestra querida escuadra azul y amarilla, aún por exiguo margen y con escaso lucimiento, termina justificando el peregrinaje efectuado, las penurias sufridas y los dolores soportados.
Por que los tres puntos obtenidos eran tan necesario como el choripan nuestro de cada día, para mantener un resquicio de esperanza en este tramo final del campeonato.
Y encima se lograron con un equipo que ya tiene la prepaga agotada de tantas consultas médicas, tanto soldado herido y tanta ausencia impensada. Verbigracia, el pollo Soriano que se convirtió en nueva baja en las vísperas mismas de tan trascendente combate.
¡Es cierto que sí tú y yo armamos un equipo con Don Quijote, Sancho Panza, el Cid Campeador y hasta Don Amadís de Gaula más nuestros respectivos caballos, les pegamos un zaino bárbaro a estos armenios que son una verdadera de recua de burros que bien merecen estar jugando inter countrys en la Liga de Ingeniero Maschwitz!
Para la ocasión, el Alonso contó los porotos que tenía a disposición y asi elucubró una defensa de cuatro zagueros delante de Don Rodrigo (¡Que gracias a Dios volvió a ser el que era!). La misma estuvo compuesta por Mascheranito Palisi como marcador de punta derecho, un soberbio Arancibia y el pelado Segovia en el centro y Marcos de Paulo sobre la izquierda. Entre los volantes, El torito Guzmán recorría la banda diestra mientras la pulga Acuña haría lo propio por la contraria. Dos cincos con el Rutilante Rutili para el quite y Álvarez más preocupado con la inspiración creadora. El mágico González sería pues el vínculo entre los del medio con el solitario Acosta Cabrera.
Bueno, en realidad no quedaba tan aislado el delantero guaraní, ya que tanto el Guzmán como Acuña (que no estaba muy confortable en el sector asignado) se le sumaban en la vanguardia porteña. Y además, por momentos, Torres el tres ellos, era el mejor atacante de Atlanta.
Del lado de los asiáticos solo el Zorro Diego de La Vega que pelea denodadamente sin que nadie de los suyo se solidarice con su esfuerzo, y el veterano Pelanda que ya está más cerca de andar llevando los nietos a la calesita, que de inmiscuirse en el violento fragor que proponen las áreas contrarias, trataba de imponer su oficio. Y nada más
Pero así y todo, las acciones al comienzo fueron bastante parejas, con un Atlanta levemente (pero muy levemente) mejor, hasta que funcionó el tiki tiki bohemio. Pasados los 20’, tres una serie de toque, la Pulga la aguantó en el cuadrado de los quince metros, se la sirvió al guaraní y este con la ancestral fiereza de su raza, fusiló al impávido Villalba.
Golazo y los villacrespenses que pasan a ganar sin haber hecho demasiado. Y no harán mucho más hasta las cuatro y pico de la tarde, hora en que el gordito Meineri tocara el silbato y todo el mundo huyera presuroso a avituallar el bagre que picaba como una ladilla.
Ya que luego del tanto conseguido Atlanta, se abroqueló bien en el patio del fondo y dejó que el entuerto se dirimiera en el redondel central, donde ubicó a Rutili y su disciplina táctica, pasa evitar que los tricolores se acercaran al reducto de Don Rodrigo.
El que se asociaba en la disputa por esa región del terreno era Álvarez y tambie los dos carrileros. Por su parte el Mágico tenía uno de esos días que mejor ni hablar…
El partido entró entonces en estado de suspensión, donde ambos contendientes se acercaban a los arcos de vez en cuando, pero con tanta profundidad como el cercano Dique Luján.
Para el segundo tiempo el ex Atlanta Fernando Ruiz, devenido a técnico de los armenios, metió en cancha al enano Coria, un jugador movedizo y picante, que logró hacernos albergar algunos temores en cuanto a la suerte de nuestro amado conjunto.
Y diez minutos después a un tal Blanco y los del deportivo se agrandaron como Cristina sacándose foto con Barak Obama. Pero los pobres no tienen con que y todo se convirtió en agua de borrajas.
De a poco los bohemios equilibraron los negocios, entraron el camionero Moyano y Galeano para clausurar todas las vías de acceso hacia la Capital, donde estaba el arco de Llinás y dejaron fluir el paso fatal del tiempo.
Hubo, así y todo, dos claras para la visita (o sea nosotros) que desperdiciaron Acosta Cabrera y González solito en medio de un área donde la pelota picaba como si fuera una guinda de rugby.
Se llegó y los jugadores que se abrazan enloquecidos.
No era para menos, segundo triunfo al hilo y pasamos a respirarle en la nuca a los de arriba.
¡Y guarda que no estamos muertos y todavía podemos meter una pica en Flandes! Si le ganamos a Flandria, claro
lunes, 19 de abril de 2010
La verdà de la Moilanesky: Live At Maschwitz
Segundo triufo consecutivo de Atlanta, que se dio el gusto de festejar como visitante en Ingeniero Maschwitz: efectivamente una buena cantidad de hinchas sufrió y disfrutó la victoria como si estuviera en Villa Crespo. De este modo mantiene intactas las ilusiones de entrar al Reducido, aunque las posibilidades siguen siendo bajas.
Alonso, como en las últimas fechas, tuvo varios problemas para armar el once titular, debido a lesiones y suspensiones. Debió entonces improvisar una defensa con Palisi como lateral derecho (ya había jugado en esa posición durante el segundo tiempo frente a Chicago) y el regresado De Paulo como lateral izquierdo, con Arancibia y Segovia de centrales. En el medio, dos volantes centrales –Rutili y Álvarez- acompañados de dos carrileros con características ofensivas: Guzmán y Acuña. El Mágico de mediapunta y Acosta Cabrera como único delantero, en reemplazo del lesionado Soriano. Así se paró Atlanta para visitar a un Armenio humilde, sin mucho que ofrecer.
El partido resultó bastante malo, en todo sentido. No se jugó bien ni tuvo grandes emociones salvo eventos aislados. Pero sobretodo el pobre nivel de juego observado fue lo que terminó dando una imagen negativa. Atlanta se llevó los tres puntos sin hacer demasiado: no lució, no fue claro dominador, y hasta pudo haberse ido con un empate. Pero, pese a todo, cumplió con el objetivo de ganar. Como aspecto positivo, se puede decir que el equipo salió –aunque con cierta timidez y cierta tibieza- a buscar el gol cuando el partido estaba 0-0. Por suerte, sin haber hecho grandes méritos, lo encontró mediante una buena jugada colectiva en la que participaron finalmente Rutili, Acuña y Acosta Cabrera, que volvió al gol. El paraguayo fue importante en la primera parte, pero su rendimiento cayó en la segunda.
Sin embargo, lo de Atlanta fue bastante opaco. Los problemas defensivos observados a lo largo de todo el encuentro son preocupantes. La defensa improvisada no funcionó: hubo fallas en la marca tanto por los laterales como por el centro. La poca colaboración defensiva de los carrileros no ayudó. Armenio, con sus limitaciones, llevó peligro en ciertas ocasiones gracias a los espacios que encontró en la defensa visitante. Lo peor de todo es que Arancibia y Segovia recibieron su quinta amarilla y no podrán jugar el próximo partido. Por lo tanto, parece que Alonso tendrá mayores problemas para parar el equipo esta semana, pese a los triunfos.
En el segundo tiempo, el Bohemio desperdició las oportunidades para liquidarlo de contra, pero Armenio también tuvo las suyas. Sobre el final, Atlanta se fue retrasando y terminó pidiendo la hora, con Llinás salvando en varias ocasiones y con dos líneas de cuatro para asegurar la marca.
domingo, 18 de abril de 2010
jueves, 15 de abril de 2010
The Real Comment : Atlana 3 - New Chicago 1
¡Otra vez nos subimos a la ilusión, mi fiel escudero, y volvemos nutrirla con ese alimento constante que es la pasión del hincha! Sin solución de continuidad nuevamente pasamos de la depresión post Agronomía a esta euforia que nos provoca la magnífica victoria obtenida en este martes 13 de brujas y diabólicos conjuros.
Y seguimos interrogándonos como puede ser posible que este equipo sea capaz de desempeños pobrísimos y al poco tiempo dar vuelta la tortilla valientemente, como lo hizo en esta lluviosa jornada, ante el alicaído Torito de Mataderos.
Lo cierto es que el club de nuestros desvelos sigue en carrera, aunque muy retrasado y con chances muy remotas, pero chances al fin.
¡Y cual es la primera condición de un bohemio que se precie, sino soñar con el imposible, aún en las más dura de las adversidades!
Pero, mientras dejamos volar nuestra inquebrantable esperanza, pongamos los pies sobre la tierra para analizar la batalla desarrollada en la fangosa cancha pegada a las vías del otrora Ferrocarril al Pacífico.
El técnico atlante dispuso como únicos cambios en la alineación de su team, la reaparición del Mágico González, en lugar del Pepito Castro y la del Torito Guzmán por el improvisado carrilero Segovia.
De tal forma los once que emergieron por la manga para defender la gloriosa azul y amarillo fueron: Don Rodrigo Llinás de cancerbero; Nico Cherro, el salteño Arancibia y el Cali Izquierdoz fueron los tres defensoristas. El medio juego con Galeano por derecha, el rutilante Rutili en el centro, a su lado Leandro Álvarez y el mentado Guzmán; el Mágico de táctico, la Pulga Acuña delantero por afuera y de centrofoward el pollo Soriano.
Todo empezó muy parejo y quizás el equipo de Los Perales era un poquito más. Y eso no es cosa de reír, porque este Chicago es el peor Chicago desde Adán y Eva a esta parte de la historia humana. Algo que ya habíamos comprobado en nuestra incursión a Mataderos en la primera rueda.
Atlanta solo mostraba grageas del fóbal que suele exhibir el Mágico, el empeño de Soriano para buscar sin fatigas en todo el frente de ataque y la consabida y proverbial seguridad que ofrece Arancibia allá en el bajo fondo donde el barro se subleva.
Pero sería las 3 y 20 de la tarde cuando Nico Cherro, de buen trabajo hasta el momento, se retira herido en una de sus piernas.
Y la cosa cambia para bien y para mal.
Para mal porque entra Segovia en su puesto natural de marcador por la izquierda y el Cali pasa a la derecha. Pero Izquierdoz no está aún en su plenitud física y da algunas ventajas.
Ventajas que los chicaguenses aprovecharon muy bien y el volante Ruiz copó ese sector y generó las mejores llegadas de los suyos. En una de ellas Domenez dejó a Don Rodrigo haciendo la de Dios y puso el 1 a 0 desde un ángulo de 31º.
Pero decíamos que algo cambió para bien, y es que el entrenador villacrespense dispuso un enroque entre Galeano y Guzmán y este último rinde mucho más sobre la punta diestra y así lo demostró al convertirse en un de las figuras del bizarro ganador. Y además el Mágico encontró con quien descargar la pelota.
Entonces comenzó la reacción de Atlanta, que no se lo llevó por delante a su adversario, pero paulatinamente se fue adueñando del uso del esférico y de la posición geográfica.
Y encima tuvo ayuda. Fue cuando la etapa moría que el portero visitante, le ex bohemio Agustín Gómez le obsequió un gol a su antiguo club al dejar escurrirse entre sus delicadas manos un inofensivo cabezazo de Arancibia y Guzmán con la punta del fulbencito la mandó adentro y estableció el efímero empate.
Un ratito después, un centro de Guzmán que Segovia cabecea para el medio, Izquierdoz vuelva a cabecear hacia el arco y Acuña que molesta al arquero y gol. Todo ante la atenta mirada de la defensa verdinegra que no se perdió un solo detalle de lo que ocurría. Atlanta pasa al frente y a los vestidores.
El segundo tiempo mostró al bohemio más afianzado y manejando bien el partido con un Rutilli en alza, Álvarez con más espacios, lo mismo que Guzmán.
Pero el Torito no se inmoló con gloria y nunca buscó la heroica.
A los 8 minutos Álvarez consumó la tricota con un golazo desde 16,35 mts y todo lo que siguió fue mojarse en vano.
Porque Chicago no tiene con qué y Alonso lo metió en cancha a Palisi, puso dos líneas de cuatro y andá a llorarle a San Pantaleón y a comer pizza al Cedrón de Murguiondo y Alberdi.
A lo mejor pudo Atlanta mete uno más, y en las últimas jugadas por esas cosas de Dios pudieron descontar los de Mataderos.
Mas, nada de eso pasó y el partido se escurrió entre la lluvia dando paso a una buena y valiosa victoria para el Bohemio.
Veamos, mi fiel escudero cuanto nos dura esta alegría y si perdura más allá del domingo, cuando tras recibir los sacramentos de misa de once, nos encaminemos al trotecito de nuestros parejeros, con rumbo norte hacia las bucólicas orillas del Dique Luján.
The Moilan's true:Atlanta Braves 3-Chicago Bulls 1
ATLANTA 3 CHICAGO 1
Tercer triunfo consecutivo como local de un equipo que se viene acostumbrando a dar pequeñas alegrías a sus hinchas en casa, pero que por su irregularidad decepciona de visitante y por ello sigue lejos de la clasificación al Reducido. La clara victoria por 3-1 frente a un rival que tiene cierta rivalidad histórica con el club fue un oasis de alegría en una tarde lluviosa de martes 13, en medio de un clima de malestar general por la errática campaña del equipo. Los tres puntos no calmarán los malos ánimos, pero al menos permitió que los hinchas se fueran cantando que se van para Mataderos con el culo roto. Pobre Chicago: perdió las dos veces que enfrentó a Atlanta en esta temporada. Hay que ser siome, eh...
El técnico Alonso realizó dos cambios con respecto a la alineación que se había presentado en Agronomía el sábado. Guzmán, recuperado de su lesión, entró en el lugar de Segovia, y el Mágico volvió a la titularidad para ser el conductor. De esta manera, Atlanta se plantaba con un 3-4-1-2, pero sin carrileros “mentirosos”. Sin embargo, el comienzo no fue para nada bueno ni alentador. El Mágico no podía ser preciso en una campo de juego cuyo estado empeoraba por la lluvia, y el Bohemio no tenía opciones de juego. Pero el principal problema estuvo en el aspecto defensivo: por el sector derecho el mediocampo y la defensa hacían agua. Para colmo, Cherro se lesionó e ingresó Segovia por él, por lo cual Izquierdoz pasó al sector derecho de la defensa. Atlanta no parecía percibir el gran problema en la marca en ese sector, y llegó lo inevitable: el gol de Chicago, con complicidad de Llinás, que salió apresurado.
El panorama estaba oscuro. El local debía dar vuelta el partido pero no encontraba respuestas futbolísticas, y los problemas en la marca eran un peligro constante. Se puede decir que, con más voluntad y coraje que fútbol, el Bohemio lo dio vuelta sobre el final del primer tiempo y se fue al descanso con una ventaja impensada según el desarrollo del juego. Primero empató Guzmán, que la empujó luego de que se le escapara a Agustín Gómez, tras cabezazo de Arancibia. Después igualó Izquierdoz de cabeza, tras un centro de Segovia, también de cabeza. Sin lucirse, sin hacer grandes méritos, pero con gran autoridad y efectividad, Atlanta se ponía 2-1.
Para el segundo tiempo, Alonso decidió cubrir mejor el sector derecho. Por eso incluyó a Palisi como lateral, una posición extraña para el juvenil que acostumbra a ser volante central. El alivio llegó con el 3-1, mediante un buen remate de Leandro Álvarez, que anotó su primer gol en el club. Fue un golpe demasiado duro para Chicago, que ya no pudo reponerse. Intentó llegar pero sin éxito. La defensa bohemia se afirmó y evitó los peligros. Atlanta en el segundo tiempo no fue dominador pero supo controlar al rival. Pasaron los minutos y pudo llevarse los tres puntos: la victoria no tiene discusión, más allá de que haya sufrido al principio. Al menos el equipo tuvo la contundencia y la convicción que tanto se le pedía en otros partidos.
El Russo te la Pusso Don Niembraaaaaaaaaaa!!!
Y no solo en la final, tambien cuando ibas primero en el 87-88 y a los 93' el Vasco Solaberrieta se la mando a guardar a Cochella..
Si sos de Atlanta dale gas y revivi la victoria.
lunes, 12 de abril de 2010
The Real Comment: Sain Peter Telm 2- Atlanta 1
¡Esto es peor que la montaña rusa del viejo Parque Japonés, mi fiel escudero! ¡Por momentos nuestras ilusiones están bien arriba y enseguida se vienen abajo en caída libre como Alejandra Pradón rajando de una partuza en el quinto piso!
Como se puede explicar que los mismos once atletas que hace una semana derrotaron con claridad a Defensores, sucumban sin dar batalla ante un candombero que se debate desesperado entre las profundas marismas del descenso.
Porque Atlanta en la pequeña cancha del Parque de la Agronomía fue un mar de dudas y vacilaciones desde lo técnico, táctico, estratégico y anímico. Y enfrente tuvo un equipo que, por el contrario, tenía claro cual era su objetivo y era conciente de sus limitaciones.
Y en medio de ese intríngulis: La Vieja Reynoso aprovechó los titubeos de los dirigidos por Alonso y planteó el partido con firmeza y claridad para con sus dirigidos, logrando una victoria sin atenuantes.
Así los jugadores del barrio de las antigüedades, ejercieron una constante presión sobre sus colegas bohemieros y le gorroneaban los talones ni bien intentaban hacerse del esférico. Comandados por Francés por el ecuador de la campo y asistidos por Demaldé por un costado y Seevald por el otro, no le daban tregua a los volantes villacrespenses.
Server, por su lado, se encargaba de la generación del juego y Vacaría enloquecía a la convaleciente defensa atlante.
¿Y de los nuestros qué? Poco y nada. Como se dijo: el alineatore se prendió a la máxima futbolera de equipo que gana no se toca y repitió la formación del último cotejo. Don Rodrigo Llinás al arco. Una defensa con Cherro que venía de padecer un pequeño brote de paludismo, el salteño Arancibia y el Cali Izquierdoz que tenía su decúbito dorsal averiado. En el medio el ayer nada rutilante Rutili de centrojás acompañado por un ausente Leandro Álvarez y Galeano y Segovia como carrileros. Como gestor el Pepito Castro y arriba la Pulga Acuña y el Pollo Soriano.
No había pasado mucho tiempo cuando el Cali Izquierdoz se manda una de biógrafo, el avezado Server dice pelito pa´la vieja y se la sirve a Vacaría para que ultime al inerme Don Rodrigo.
Balde de agua fría en la tibia tarde otoñal, que no obstante no sirvió como acicate para las poco aguerridas fuerzas bohemias.
Al contrario, el dominio santelmista se extendió a lo largo de todo ese fragmento del partido repitiendo la misma fórmula, pelar y defender con uñas y dientes cada casillero del tablero de ajedrez.
Para colmo de males, cuando terminaba el primer tiempo, el diminuido Izquierdoz llega a destiempo sobre Server, y penal sin discusión. Otra vez pelito pa’la vieja y 2 a 0.
Alonso mueve la estantería al reiniciarse el encuentro y lo pone al Mágico González en lugar del Pepito Castro y al rubio Martino por Segovia y Atlanta, entonces, va por la patriada heroica
Y parecía que iba a ser posible porque los de la ribera norte del Maldonado, logran equiparar, en un principio, las acciones, y arrinconan a San Pedro Telmo contra las vías del FC San Martín.
Un cabezazo de Soriano solo que se va por arriba, es la primera de las ocasiones; y sobre los veinte Gambandé sigue pagando la reparación histórica con su ex club y mete con la espalda un tiro de Martino que había pegado en el larguero.
El milagro se hacía palpable, cuando el golero azulceleste se lo saca a Soriano primero y el robote capturado por el mismo Martino encuentra la pierna de un gillipollas defensor de los locales evitando la noble igualdad.
Pero allí murieron los ímpetus bohemios. Desde entonces hasta el final la hegemonía retornó a los santelmista, que se dedicaron a perderse goles, porque -hay que decirlo- son bastante burros los pobres.
Con un par de arremetidas finales que encontraron a Don Rodrigo intentando cabecear en el área de enfrente se terminó la batalla, y con este resultado prácticamente se diluyeron todas las esperanzas de pelear por un lugar en el Reducido.
Es cierto que quedan todavía seis partidos, y que hay que jugar y combatir con valor y denuedo hasta el final, pero me parece – mi fiel escudero- que el año está irremediablemente perdido.
Y sería el segundo consecutivo, en que nos vamos sin pelear por anda, y nos quedamos afeitados y sin visita y al divino botón, como pan que no se vende y harina que no se amasa.
La Verdà de la Moilanesky: Telmo 2 - Atlanta 1
Nueva derrota del equipo en su andar irregular y ya se hizo la costumbre de ganar y perder de forma azarosa. Atlanta cayó por 2-1 en el estadio de Comunicaciones y volvió a demostrar que cada vez que se levanta, se vuelve a caer. Alonso paró los mismos once que le habían ganado a Defe en Villa Crespo, con la esperanza de encontrar el rumbo para el equipo. Incluso dejó en el banco al Mágico González, antes imprescindible, como para dejar en claro que aprobaba la actuación del último fin de semana. Pero esta vez las cosas no salieron como estaban planeadas.
Y eso que el Bohemio empezó mejor, tocando e intentando jugar a la pelota, con buenas intenciones. Pero todo se derrumbó pronto. San Telmo se despertó y aprovechó el primero de los tantísimos errores cometidos por la defensa visitante. Izquierdoz perdió en su banda y Vaccaria la terminó empujando para abrir el marcador. La mano venía mal porque Atlanta no podía hacerse de la pelota ni del mediocampo, y a su falta de contundencia ofensiva se le sumaba el gran problema de la defensa. Esta temporada el equipo se caracterizó por presentar una gran seguridad defensiva, lo cual está demostrado en la poca cantidad de goles recibidos. Sin embargo, este partido fue la gran excepción. La defensa hizo agua por ambos lados, pero sobretodo por el sector izquierdo. Era una invitación para San Telmo, que con una actitud agresiva, una gran voluntad y un buen nivel de juego, buscaba el segundo. Y el segundo llegó en el mejor momento del conjunto local, cuando Atlanta se veía totalmente desbordado y pedía por la finalización de la primera mitad. Izquierdoz, que tuvo su tarde para el olvido, cometió penal y Sever lo cambió por gol para hacer delirar al público local, que estaba muy entusiasmado con la actuación de su equipo.
Sin embargo, en la segunda etapa, Atlanta, que parecía liquidado, se repuso y puso a su rival en aprietos. Alonso metió dos cambios en el entretiempo: Martino por Segovia y el Mágico por Castro. Acuña pasó a jugar de volante izquierdo, aunque luego Galeano ocupó esa posición. El Bohemio encontró mayor dinámica, más precisión, y se convirtió en protagonista. Aparecieron así las oportunidades a su favor, y llegó el merecido descuento, gracias a un disparo de Martino que terminó metiendo Gambandé en su propia valla. El silencio invadió a los hinchas locales, antes invadidados por la locura y la ilusión. Era el momento de empatarlo: San Telmo estaba deshilachado, desordenado, desorientado. A Atlanta no le faltaron ocasiones para igualarlo, pero las desperdició... y pasó su momento.
El local pudo hacer un par de cambios y de esta manera logró reordenarse para ganar la presencia en la cancha que había perdido. Atlanta ya no tuvo chances de penetrar en una defensa armada y sufrió por los contragolpes con los que San Telmo pudo haber liquidado el partido. Al final, el empate estuvo lejos y el Bohemio se volvió de Agronomía con las manos vacías.
martes, 6 de abril de 2010
Il commento Reale: Atalanta 2 - Defensori 0
Otra vez, mi fiel escudero, nos hemos tenido que levantar de la mesa con las gambas al ajillo en la garganta y salir a las apuradas para llegar a horario a ver una nueva presentación del equipo de nuestros amores, que últimamente tiene más cámara que Ricardo Fort.
Una hora de la tarde, mucho sol y menos gente que un acto de Quebracho, para recibir a los dragoneantes de Belgrano, en este agradable Sábado de Gloria.
Pero cuando nos interiorizamos de la alineación de nuestra escuadra, nos dan unas irreprimibles ganas de huir despavoridos remontando las aguas del Maldonado.
Es que el entrenador Alonso, tuvo rascar el fondo de la olla para poder conseguir 18 voluntades que vistan la azul y gualda, frente al experiente equipo de la Avenida del Libertador.
Es que ya el sanatorio bohemio no tiene camas disponibles de tantos soldados convalecientes, producto de las sucesivas batallas y de los pocos refrescos ante un calendario tan exigente.
Así el glorioso club de Villa Crespo presentó a los siguientes once ágiles para iniciar la contienda: Don Rodrigo Llinás indoblegable bajo los tres palos. Tres defensores con Nico Cherro, el salteño Arancibia y el Cali Izquierdoz. Los volantes fueron Juan Galeano, el rutilante Rutili, el olvidado Leandro Álvarez y como improvisado carrilero por izquierda Juan Pablo Segovia. Como enganche el Pepito Castro y de atacadores la Pulga Acuña y el Pollo Soriano.
Comenzaron los fragores del partido y de movida quedó claro las intenciones de ambos: los atlantes a por la victoria y los belgranianos en una actitud timorata, rayana con la cobardía.
De forma tal que el primer tiempo se jugó casi exclusivamente en territorio visitante, debido a que Rutili marcó territorio en el círculo central, Álvarez mostraba sus condiciones de lanzador colocando buenos balones entre las apretadas líneas enemigas y la Pulga Acuña se hacía un picnic entre los patovicas defensores de Defensores. Por su parte Galeano y el Pepito hacían lo suyo correctamente y Soriano es como el sol: aunque no lo veamos, siempre está.
La defensa aprovechaba el fin de semana largo para descansar dado que los dragoneantes habían llegado a la calle Humboldt solo pensando en mantener el arco de Sanzotti inmaculado, como la concepción de la Virgen.
Pero no había transcurrido mucho tiempo cuando a la salida de una tiro libre, el Cali Izquierdoz se elevó como impulsado por un resorte y cabeceó como indica la Real Academia: fuerte y hacia abajo, dejando desairado al portero de los huéspedes.
Atlanta continuó ejerciendo el dominio del útil y el territorio, ante el estatismo de los players rivales, y sumaba mérito para aumentar la cifra del score.
A eso de la media hora una fina combinación entre Galeano y Acuña que derivó en una corrida de la Pulga a lo Messi de derecha a izquierda ante la atenta mirada de los torpes zagueros rojinegros y de zurda se la puso por arriba al longilíneo Sanzotti. Otra vez David vence a Goliat. Golazo, 2 a 0 y aún con mucho tiempo por delante, el partido quedó liquidado.
Porque Defensores no se decidió a vender cara la derrota y no cambió su postura ni en lo que restó del primer tiempo, ni en los comienzos del complemento.
Entonces Atlanta, al no verse apurado se dedicó a hacer la plancha esperando que lleguen las tres de la tarde para irse a la casa tomar la leche con pan y manteca.
Su contrincante, mientras tanto, se dedicaba sólo a expresar su impotencia con patadones sobre los mozalbetes bohemieros, encabezados por el mala leche de Aparicio.
Se tuvo que ir Castro lesionado y entró Palisi, se acalambró Álvarez y entonces ingresó Gallo y la Pulga Acuña fue desapareciendo por el castigo recibido.
Sobre el final los de Belgrano hicieron de cuenta que atacaban, pero salvo una macana grande como una casa de Llinás, que salvó milagrosamente Arancibia sobre la línea no inquietaron nunca a la sólida defensa villacrespense, que tuvo a Nico Cherro como emblema.
Así el Dios Cronos consumió los 90’ minutos y Atlanta consiguió una victoria mucho más fácil de lo que el más optimista podía prever.
Tres puntitos que sirven para alimentar una esperanza, que va y viene como las bravías olas del océano.
domingo, 4 de abril de 2010
Futbol Gratis para todos!!! Atlanta 2 - Defe 0
Felices Pasquas el Kibutz esta en orden!!!!!
sábado, 3 de abril de 2010
La verdà de la Moilanesky: Atlanta 2 - Defe 0
Tras la pobre actuación en La Plata, Alonso realizó algunos cambios y siguió probando ante las ausencias obligadas de Lolli, el Mágico, Quiroga y Guzmán, los cuatro lesionados. Planteó así un 3-4-1-2, en el que la principal rareza fue que Segovia jugó de carrilero izquierdo. Leandro Álvarez volvía a la alineación titular, Matías Castro tenía su primera chance desde el arranque, y Oscar Acuña volvía de su suspensión. Por suerte, las cosas funcionaron bien y el equipo cumplió una actuación muy buena en el primer tiempo. Desde el comienzo exhibió un juego lucido, con dinámica, velocidad y precisión, sostenido por el buen rendimiento de las individualidades ofensivas, que se combinaron y asociaron entre sí con buenos resultados. Castro mostró buenas condiciones, pero apareció poco. De todos modos, los mediocampistas Álvarez y Galeano tomaron la batuta llevando la pelota. Atlanta se puso en ventaja con un cabezazo letal de Izquierdoz, tras un centro de Álvarez en un tiro libre. Pero el más destacado y aplaudido fue el pibe Oscar “Chichi” Acuña, quien en su segundo partido jugado en el club ya demostró que puede ser la gran promesa del club en la actualidad. El juvenil coronó su gran actuación con un golazo: la jugada empezó en mitad de cancha con Galeano, y Acuña terminó definiendo de zurda, de emboquillada por arriba de Sanzotti.
El primer tiempo fue todo bohemio y el 2-0 era más que justo. Pero en la segunda parte la historia fue distinta. Atlanta ya no pudo (o no quiso) seguir atacando para buscar más goles. Con el correr de los minutos fue cediendo espacio y la pelota. Los delanteros quedaron cada vez más aislados. El desarrollo del partido fue entonces el esperado en este tipo de situaciones. Atlanta apostó al contragolpe pero su imprecisión le impidió incluso generar aunque sea una chance de gol. No pudo liquidar el pleito y terminó sufriendo hasta el final. Además, las lesiones ocasionaron problemas en un equipo que empezó el encuentro como para golear y finalizó con el piloto automático.
Pese a las ventajas brindadas, Defensores tuvo grandes problemas para generar situaciones en la segunda etapa. No se le cayó una idea y no pudo siquiera descontar. El segundo tiempo estuvo de más: con el primero bastó para que Atlanta se llevara los tres puntos.