LOS ANDES 1 ATLANTA 3
Atlanta tiene la chance de desprenderse del pelotón y dedicarse a pelear la punta del campeonato. Ya se colocó en el tercer puesto, pero la realidad marca que está a siete unidades del líder, Defensores. No queda otra que seguir alimentando con triunfos la campaña, y esperar que el puntero pierda puntos en el camino, para que esta insinuación se transforme en cosa seria.
Lo cierto es que Atlanta no hace muchos méritos: no juega bien, no ha encontrado un esquema sólido, pero con lo que tiene y con lo que hace le alcanza para estar donde está, que no es poco. Lo demostró en Lomas de Zamora, en un estadio tradicionalmente muy complicado y en el que el Bohemio sufrió demasiadas veces y gozó muy pocas. Esta vez tocó la suerte de disfrutar un triunfo deslucido pero indiscutible sobre Los Andes, un equipo que se armó para buscar el ascenso, pero que se quedó sin su técnico Cachín Blanco, por los malos resultados conseguidos. Atlanta visitaba entonces un rival muy golpeado, en plena crisis futbolística.
No se jugó bien en Lomas, y al fin y al cabo Atlanta terminó ganando por tres goles que provinieron de pelotas paradas: dos en el primer tiempo para poner el 2-0 y uno sobre el final para liquidar el encuentro. Por abajo, del juego bohemio se vio poco y nada, pero aun así llegó más que su rival. Carou todavía no puede calzarse el rol de conductor, y el equipo sigue dependiendo prácticamente del oficio de la dupla Soriano-Soriano. Lo increíble es que Atlanta, con tantas imperfecciones, haya sido un tan justo vencedor. Los Andes, confirmando su mal presente, casi no pateó al arco, y convirtió su único gol por un penal. En este sentido, es para destacar que la labor defensiva bohemia fue correcta: hubo muy pocas fallas ahí abajo. En cambio, los errores defensivos del local fueron clave en el marcador final.
Mientras que el Milrayita hizo todo mal, el Bohemio hizo algunas cosas bien y por eso pudo llevarse valiosos tres puntos: la primera victoria que obtiene como visitante en el torneo. De ahora en más, si se desea construir un futuro más ambicioso, habrá que seguir ganando en todas las canchas.
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