FLANDRIA 3 ATLANTA 0 Alguna vez tenía que ocurrir. Alguna vez teníamos que volver a ver la cara más oscura del fútbol, un deporte en donde todo puede suceder. Atlanta se había acostumbrado a ganar compulsivamente, haciendo méritos para cada triunfo, con una propuesta futbolística ambiciosa y una efectividad goleadora acorde a la superioridad del equipo por sobre sus rivales. Así fue acumulando victorias, y llegó hasta la posición en que está ahora: puntero, cómodo. Atlanta esta vez perdió y esa es la noticia. Lo bueno es que la comodidad de la punta no se vio muy perturbada, gracias a los empates de Chicago y Defe, pero Estudiantes puede ponerse a diez si gana su partido. Comu se metió de lleno a la pelea.
Para explicar las razones de la cuarta derrota del líder en la temporada (todas como visitante) no vale decir que se jugó horrible. Claro, el hincha se preocupa porque recibió tres goles, porque esto puede ser un duro golpe anímico, y porque los rivales pueden acercarse en la tabla, pero si nos referimos estrictamente al plano futbolístico, lo ofrecido en este encuentro debería preocupar menos que los últimos partidos en los que Atlanta ganó sin jugar del todo bien. De todos modos, el puntero deberá demostrar su carácter cuando reciba a Defensores la próxima fecha y solamente un triunfo sirva para renovar la confianza.
En Jáuregui Atlanta hizo sus méritos con el objetivo de llevarse los tres puntos. Salió a ganar como en todas las canchas y fue muy superior a su rival en un primer tiempo que terminó 0-0 de milagro. En otros partidos, con una producción como ésa, Atlanta ya se ponía uno o dos goles arriba en el marcador y empezaba a elaborar su victoria. Esta vez las cosas salieron mal, todo al revés. El Bohemio no concretó las chances que generó a su favor, que no fueron pocas. Flandria, con poco, había logrado salir indemne. El líder pagó cara su falta de contundencia en el arco rival, porque en el inicio del segundo tiempo el local llegó dos veces y convirtió las dos. Pura efectividad. Atlanta intentó reponerse del golpe con la conducción de Sparapani, pero cuando buscaba el descuento Flandria lo liquidó en un contragolpe. Así el partido terminó con un resultado bastante exagerado, y Atlanta perdió por goleada un encuentro que pudo haber ganado tranquilamente si hubiera tenido mayor definición en la primera parte.
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