SIN DOCUMENTOS
¿Quién dijo, mi fiel escudero, que los gallegos ponen un millón de trabas a aquellos que quieren ingresar a sus dominios? ¿Qué te paran en la aduana, te maltratan y después te mandan con el violín embolsado de vuelta para casa?
Porque, por lo que se vio en la tarde de este domingo, estos españoles encabezados por el matungo de Morquio no paran ni al colectivo y su medio campo y su zona defensiva (ataque no tienen) es un free shop abierto las 24 horas donde se puede deambular tranquilamente sin que nadie te moleste.
Por eso Atlanta, no necesitó exhibir sus credenciales de líder indiscutido y tampoco necesitó ni siquiera despeinarse para traerse tres puntos más en sus cargadas alforjas, de su visita a los bajíos bañados por el arroyo Cildáñez.
El Xavi Alonso disponía para este nuevo combate con sus mejores soldados, ya que regresaban el Pulpo Pogonza y el Roly Arancibia (rindamos un humilde homenaje a Palisis y Valdés que supieron reemplazarlos con honra y eficacia), por lo que desplegó sobre la gramilla ibérica a estos once gladiadores: Don Rodrigo Llinás en los tres maderos; Lucas Mancinelli, Nico Cherro, el salteño Arancibias y Juampi Segovia; el poeta Galeano, Pogonza y el zurdo Ferragut; el patágonico Carou y los gemelos Soriano.
Empezaron un poco mejor los representantes vernáculos de los Campeones del Mundo gracias al manejo de Padrá y la movilidad de Borlenghi por la derecha. Pero la iniciativa de los godos duró lo que la luz de un fósforo. Más exactamente hasta que Ferragut encaró hacia el arco defendido por el pibe Messina y ante la escrutadora y atenta mirada de su marcador sacó un izquierdazo fenomenal, cuando todavía no había pasado diez minutos de juego. Golazo y Atlanta al frente.
Decir que allí se terminó el partido puede sonar alocado, pero casi…
Porque el equipo dueño de casa tiene menos recursos que la Municipalidad de Chos Malal y es más fácil que un rico entre en el reino de los cielos, que un delantero de Español entre al área contraria.
Atlanta pasó entonces a administrar la pelota, los espacios y el ritmo del partido, que en varios momentos daba ganas de pegarse una linda siestita bajo el cálido sol de febrero.
Segovia se afirmó en su sector, que era por el único que intentaban los europeos. Lo clausuró y además se mostró criterioso en la salida. Bien Arancibia recuperando su nivel y bien Nico Cherro.
Mientras tanto Mancinelli la rompía yéndose al ataque, en tándem con un Galeano que no siempre la devolvía redondita.
En el medio, Pogonza pagaba tributo a sus largas vacaciones y tardó un tiempo en volver a ponerse en órbita. El zurdo Ferragut era el otro cañón con que atacaban los villacrespenses.
En la vanguardia, Andrés volvía loca a toda la zaga roja, mientras que Abel no estaba en su mejor día.
En ese andar cansino propuesto por los bohemios que toqueteaban, ante un adversario irresoluto y sin convicciones, era el gallardo puntero del torneo el que generaba las mejores ocasiones.
Promediaba la etapa y el juez Gutiérrez le cobró un penal medio rarón para Atlanta, que Abel Soriano pateó de la peor forma posible: a las nubes en una tarde despejada.
Así se fue el primer tiempo y comenzó el segundo. Y la tónica fue la misma: los de azul y amarillo regulando y dejando pasar los minutos, pero claro con una diferencia tan exigua que un mal golpe de suerte, podría amargar al exultante atlanterío que estaba de festejo desde la víspera, tras el empate de empedernido torito de Mataderos.
Digamos a todo esto que Llinás lo único que hizo toda la tarde fue sacar del arco, porque los socialistas españoles no pateaban ni bajo receta médica.
Por suerte cuando faltaba poco, Mancinelli se mandó una de cow boys, corrió una pelota imposible por la izquierda, la ganó se la pasó al ingresado Guzmán este tras un rebote se la cedió a Abel que gentilmente se la entregó a su hermano para liquidar el entuerto.
¿Los defensores de Español? Todos bien, gracias.
Y así se llegó al final de un partido, casi un trámite burocrático, pero que permite a Atlanta mantenerse al tope de la tabla, a diez de su escolta y cada vez más cerca de la gloria
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario