martes, 8 de febrero de 2011

The real comment: Atlanta 3 - San Telmo 0

LA LEY PRIMERA

“Los hermanos sea unidos porque esa es la ley primera”, así enseña el épico Martín Fierro, mi fiel escudero, y bien que los mellizos Soriano la ponen en práctica sábado a sábado.
Pero este último partido, ante el prudente team candombero, el amor y la solidaridad fraternal fueron decisivos a la hora de torcer el fiel de la balanza y determinar otra categórico y justo triunfo de nuestra avasalladora escuadra.
Es que ahora a Atlanta lo miran con un detenimiento y una dedicación mayor a la que se le prodigaba meses atrás y los escribas sensacionalistas del cuarto poder, que hasta ayer la ignoraban, hoy le endilgan exagerados elogios y comparaciones estrafalarias.
Entonces no es de extrañar que los ocasionales rivales estudien sus movimientos minuciosamente y lleguen a enfrentarse con el elenco villacrespense cargados de miedos y precauciones, aterrorizados por las producciones de los Soriano y su ballet.
Así el Coqui Ferraresi llegó hasta la calle Von Humbodt con un libreto harto estudiado de cómo evitar que los atlantes logren desplegar su juego por momentos vistoso y por momentos efectivo. Se nota que el técnico de los ex insulares ,el sábado pasado en lugar de ver a Mancera o Hollywood en Castellano no se perdió detalle del baile con relaciones que por TV, Atlanta le pegó a Tristán Suárez.
Pobló el mediocampo de luchadores, le encajó un tipo a Mancinelli para que no subiera tan libre y a los hermanos cordobeses les estampilló un defensor a cada uno para que les soplara la nuca hasta en el vestuario.
A los dueños de casa le costó imponer su juego e inclusive en algunos momentos hasta le dieron alguno sustito a los confiados hinchas del gallardo puntero del Capeonato.
Pero los players auriazules comprendieron que esta vez no había paseo y que había que ponerse a laburar si se quería sumar de a tres.
Se apretaron las marcas, y si no se podía por el lado de Mancinelli, había que probar con Ferragut o Segovia por el lado de las vías del ferrocarril.
Pero en eso apareció un tapado y el lanusero Matías Valdés se mando una de Beckenbawer eludiendo a medio equipo de San Pedro Telmo y la pelota fue a parar a los pies de Andrés que no perdonó y abrió el camino a esta nueva victoria bohemia.
El Xabi Alonso había formado el equipo sin mayores sorpresas salvo la ausencia del Roly Arancibia viendo el partido desde la platea por precaución debido a unos rebeldes dolores pectorales.
Don Rodrigo Llinás; Mancinelli, Cherro, Valdés y Segovia; Galeano, Palisi y Ferragut; Carou y Andrés y Abel, fue la oncena local.
Luego de la apertura del marcador, la cosa cambió ostensiblemente y quedó a las claras que los del barrio de las antigüedades trajeron como único libreto aguantar el empate y no tenía la menor idea de cómo ir a buscar un gol.
Antes del cierre del primer tiempo Galeano estrelló un remate en el madero, “Gambetita” Gambandé le atajó otra al poeta y Andrés la tiró por arriba con el arco libre.
En el complemento, Atlanta se dedicó a regular y a esperar ante un rival sin iniciativa, que si produjo alguna situación de riesgo fue más producto de errores ajenos que de virtudes propias.
A esas alturas, Mascheranito Palisi se las arreglaba para ganar en el mediocampo y Segovia para subsanar las macanas de sus colegas de zaga.
Y fue cuando los hermanos unidos definieron el entuerto. Primero Andrés capturó un balón en el área canbombera, que jugó al orsay con la misma eficiencia que un discurso de Mubarak, y adentro mi alma.
Minutos después, el mismo Andrés aprovechó que la defensa telmista se quedó mirando como pasaba el tren y se la cedió gentilmente a Abel que lo fusiló a pelafustán de Gambandé y chau Pichio.
Lo demás fue solo florearse y toquetear mientras pasaban los minutos. El Xabi sacó a los dos mellizos para que recibieran su merecida ovación y tras el pitazo de Lamolina nieto, otra victoria atlante que continúa ensanchando las diferencias sobre sus perseguidores.
Ahora a prepararse que viene una nueva edición del clásico catalán: El Barcelona contra el Español, pero en el Bajo Flores.

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