ATLANTA 3 ARMENIO 0
La orquesta de Villa Crespo va afinando mejor. Atlanta convirtió más de un gol en un partido por primera vez en el campeonato y se llevó una victoria clara, amplia, tranquila, que pudo disfrutar de principio a fin. ¿Hace cuánto que los hinchas no podían disfrutar una goleada como ésta? Tercer triunfo consecutivo, una posición un poco menos incómoda en la tabla, y se respira un clima más ameno en Villa Crespo. ¿Habrá abandonado definitivamente el equipo la senda del Demonio?
Más allá de los resultados (se sumaron nueve puntos en una semana), que importan y mucho por las urgencias enormes, se empiezan a encontrar signos positivos en el equipo, tanto a nivel individual como colectivo. Llinás, como siempre, es una garantía en el arco. La defensa, con Lolli- Cherro- Izquierdoz- Segovia está muy firme: ¿Arancibia recuperará la titularidad ahora que vuelve de la suspensión? Rutili se hizo dueño del mediocampo, recupera y distribuye. El Mágico González es el eje por el cual pasa todo el juego de Atlanta, y está encontrando en Quiroga un buen socio futbolístico. Acosta Cabrera parece ser el nueve que le faltaba al Bohemio, pero todavía no está en perfecto estado físico.
También es verdad que el rival facilitó mucho las cosas. Armenio tiene un presente crítico y demostró en la cancha todos sus bagaje anímico y futbolístico. Fue un rival demasiado débil, con una defensa que dejó muchos espacios y cometió muchos errores, y una ofensiva totalmente incompetente, que apenas se dedicó a mandar centros imprecisos. Llinás y la defensa no tuvieron que esforzarse mucho para mantener la valla invicta nuevamente. La superioridad bohemia se hizo evidente desde el comienzo. Atlanta se lo propuso y se puso 2-0 en el primer tiempo, primero con un tiro de esquina que definió Cherro y luego con un penal cometido a Guzmán, convertido por el Mágico. Con la ventaja de dos goles, el local jugó más tranquilo y no necesitó el dominio de la pelota para controlar el partido. Le dejó la iniciativa a un apático conjunto visitante, que se enredó solo, y esperó el frecuente error rival.
El 3-0, en el segundo tiempo, llegó por decantación: Quiroga habilitó a Acosta Cabrera, que anotó su segundo gol en el club. Si el cuarto tanto no llegó fue porque los jugadores bohemios no supieron definir. La realidad es que estaban dadas todas las condiciones para una goleada mayor.
Probablemente el Armenio del sábado no sea una buena medida, pero lo cierto es que a principio del campeonato Atlanta enfrentó equipos similares y no pudo ganarles. Y también es cierto que el nivel de la categoría es muy pobre y no es difícil encontrar más “Armenios” en el fixture.
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