lunes, 14 de diciembre de 2009
El Show del Gol en Contra!!!!!
El Commento Real: Atlanta 0 - Alte Brown 0
Se acabó otro año siguiendo con religiosa fidelidad a club de nuestros amores, mi fiel escudero. ¡Y lo hemos hecho con un sarmientina asistencia perfecta, sin faltar a un solo partido!
Y ahora y como siempre un sentimiento de vacío me acompaña al comenzar cada receso. Un sentimiento parecido al abandono amoroso que tantas veces he sufrido por parte alguna damisela o el espacio sin nada que queda cuando un amigo se va.
Lo cierto es que un síndrome de abstinencia me invadirá en pocos días, cuando los sábados a la tarde camine como un león encerrado entre los aposentos de mi castillo, esperando ansioso que nuevamente el esférico elemento vuelva a rodar por la verde gramilla.
Y hemos terminado esta primera rueda mucho mejor de lo que un tiempo atrás podíamos imaginar, cuando parecía que el Apocalipsis se abatía sobre Villa Crespo y nos hallábamos hundidos en las miasmas de los últimos puestos.
Ahora flotando en la mitad de las posiciones y en base al rendimiento de nuestra gallarda escuadra, nos hacen esperar con el optimismo de los victoriosos el desarrollo del venidero 2010.
No era fácil el compromiso que nos aguardaba para despedir el año. La encumbrada Fragata, del piadoso y beato Bazán Vera se llegaba a los terrenos de la calle Von Humboldt con la pretensión de no perderle el paso al líder de Junín.
Pero poco hizo para validar los ostentosos pergaminos que lo acompañaba. Por el contrario, emergió del túnel con un planteo timorato y cobardón que poco se compadecía con las pomposas luminarias que integran su plantel.
Atlanta, que venía de una clara derrota en Munro, le salió a ganar el partido desde el vamos y con mucho menos cartel le mereció la victoria sin ningún tipo de dudas.
Alonsito recuperó la línea de tres en el fondo con Izquierdoz, el salteño Arancibia y Segovia. Lolli de carrilero por diestra; el rutilante Rutili y el rusito Mociulski la dupla de volantes centrales y Galeano por la izquierda. El Mágico enganchando, Guzmán por afuera y el guaraní de centrofoward.
Los primeros minutos fueron de cierta paridad, aunque el bohemio iba construyendo un dominio que terminaría siendo prácticamente absoluto.
Los provincianos tienen cuatro defensores que son todos unos mastodontes picapedreros, otro tantos volantes grandotes y peleadores, más preocupados en trabar y obstaculizar que en jugar y Bazán Vera que ya no asusta a nadie, ni vestido de indio.
Llinás descansó porque Arancibia se puso firme atrás e Izquierdoz clausuró su sector y lo mismo hizo su amigo Segovia. El rutilante Rutili se hacía patrón y zota en el medio quitando y distribuyendo, Lolli se disfrazaba de wing y se sumaba al ataque. Por su parte el Mágico González rendía a medias con su fútbol lujoso pera a veces parecido al bulbito. El Torito Guzmán se escapa bien, pero es muy livianito y suele diluirse en la zona de definición. Acosta Cabrera es vivo, maneja bien su osamenta y las pelea todas, pero como todo goleador depende del abastecimiento de algún colega.
Un arma que tienen los atlantes y que ya le dará sus dividendos, es el cabezazo tanto de Segovia e Izquierdoz que suelen ganar tupido en el área rival. Precisamente un cabezazo de Segovia que se le escurrió de las manos a Monasterio y que el portero casanovense recuperó vaya Dios a saber de que lado de la línea de cal, fue la más clara de la etapa.
Para el complemento, el almirantazgo le regaló a su enemigo la hegemonía del uso de la cancha y Atlanta volvió a exhibir sus tremendas dificultades a la hora de meter la pelotita en el fondo de las mallas.
Y con espacio a su disposición empezó a sentir ciertas saudades del díscolo Quiroga.
Porque Rutili hace todo bien, pero no está para la creación y el Mágico no elige bien el último pase y necesita un compadre, que este sábado le faltó.
Aloncito lo introdujo a Cubilla buscando denodadamente el triunfo, pero ni el delantero ni el ingreso del debutante Gallo, le dieron mayor profundidad ni eficacia a las embestidas bohemieras. Tuvo dos claras, una González que salió besando el madero y una masita de Guzmán que detuvo sin problemas en golero mirasol.
Después Atlanta se quedó sin piernas, apuraron un poco los dirigidos por el huevón Giunta, pero el cotejo se deslizó inexorablemente a un nuevo 0 a 0, esta vez muy inmerecido.
Y así se cerró el 2009, con el equipo en levantada. Nos veremos, pues, ya entrado el verano, con los anhelos de siempre y este amor que no sabe de desmayo recubierto por una renovada pasión.
¡Felices fiestas para todos y un buen 2010 para toda la familia bohemia!
domingo, 13 de diciembre de 2009
La Verdà de la Moilanesky : Atlanta 0 - Alte Brownie 0
Luego de perder en Munro y cortar una racha de cinco triunfos consecutivos, el conjunto de Alonso tenía la chance de reivindicarse frente a un rival importante: el Almirante Brown de Blas Giunta, que venía debajo del líder Sarmiento en la tabla. Un partido que los hinchas querían ganar especialmente, por el rival y por la presencia de Bazán Vera –figura archiodiada- en el conjunto de visitante. Era un partido con condimentos, con clima, pese a que no hay hinchada visitante. Los jugadores bohemios sintieron esa obligación y el esfuerzo fue evidente.
Alonso comprendió frente a Colegiales que los cuatro centrales en defensa no funcionaban. Debió salir Cherro, pese a sus goles y sus buenas actuaciones en los últimos partidos. Acosta Cabrera jugó por primera vez desde el arranque, en la delantera. El primer tiempo fue bastante parejo. Ninguno de los dos equipos ofreció mucho. Almirante apostó a los pelotazos a Bazán Vera, para que la peinara o bajara de cabeza. La defensa se complicó alguna vez con alguna de estas pelotas largas. Atlanta no jugaba bien pero llevaba peligro en todas las pelotas paradas. De hecho, la gran polémica de la tarde fue un cabezazo de Segovia, que Monasterio pareció atajar pasando la línea de gol. Ni el juez de línea ni el árbitro amagaron con cobrarlo y desataron a furia de los hinchas, que la vieron adentro.
En el segundo tiempo, el que dejó una mejor imagen fue Atlanta. Fue el que tuvo la intención de ir a buscar el partido y el que estuvo más cerca de ganarlo. Alonso apostó al triunfo metiendo a Cubilla por Mociulsky. Si bien el dominio bohemio no fue constante, en algunos pasajes del segundo tiempo logró un alto nivel de juego, atacó con firmeza y creó varias situaciones para convertir. La más clara la tuvo el Mágico, que definió desviado. Estos pasajes de buen fútbol y una actitud agresiva hubieran bastado para justificar una victoria bohemia. Pero no alcanzó para ganarlo y la gente de Villa Crespo debió conformarse con un buen empate ante un rival que pelea por el campeonato. La esperanza es que la segunda parte de la temporada traerá más alegrías que la primera.
lunes, 7 de diciembre de 2009
El Commento Real: Cole 2 - Atlanta 0
¡Se nos acabó esta dulce primavera antes de que empiece el verano, mi fiel escudero! La increíble seguidilla de cinco victorias consecutivas, que nos sacaron a flote cuando estábamos con el agua al cuello, se terminó abruptamente este sábado en el minúsculo estadio de los colegiales multicolores.
Pero no hay que rasgarse las vestiduras ni llorar como una mujer por esta derrota, que no puede juzgarse como sorpresiva y que además fue pletórica de justicia.
Porque los ex Libertarios del Norte han hecho de su cancha un reducto prácticamente inexpugnable, donde se manejan entre las líneas de cal como el pez dentro de un estanque, donde te aprietan sin miramientos y con players que la tocan con donaire y salero.
Sin embargo, aún siendo dominado, por momentos descaradamente por los munrenses, Atlanta –hasta no hace mucho menos peligroso que una bala de cebita- logró crear seis situaciones claras de gol, que entre que Guzmán no la mete ni con la mano, el golero colegiado andaba iluminado y los postes, impidieron que el final del partido no tuviera un poquito más de suspenso y misterio acerca de su resultado final.
Los atlantes salieron de su ciudad con la idea fija de no retornar perdedores y el Alonsito elucubró entonces un sistema tan conservador como el Papa Benedicto XVI.
En penitencia el huevón de Quiroga, se trataba de buscarle un reemplazante en un plantel donde no hay mucha manteca para tirar a los cielos. Así, colocó delante de Don Rodrigo Llinás los cuatro defensores que le venían respondiendo satisfactoriamente: Carlos Izquierdoz (su peor partido en Atlanta) Nico Cherro, el salteño Arancibia y el eficaz Segovia. En seguida otros cuatro soldados, con Lolli por la derecha, el rutilante Rutili y el rusito Mociulski en el medio y, un poco más desprendido por izquierda, el torito Guzmán.
De volante táctico el Mágico González y Walter Cubilla solo contra todo el colegio.
El elenco bohemio más que un equipo de fútbol parecía un piquete, con la sola misión de evitar el paso de los jugadores de vistosa camiseta.
Desde el primer momento se evidenció que los de Malaver y Posadas la saben lunga y que tenían muchos anhelos de ganar el partido. Y, además tenían con qué.
Entre los porteños por su parte, fracasaban estrepitosamente hombres claves en la zaga como Izquierdoz, Segovia y Cherro. Solo Arancibia se salvaba del naufragio.
En el medio Lolli se preguntaba “¿Porqué no me habré quedado en Lanús?” ya que en su función de volante estaba más perdido que Kirchner en la cámara de diputados y el rusito Mociulski lo acompañaba en su desorientación.
En esa transitada franja central, el único que peleaba valientemente en inferioridad numérica era Rutili.
Por su parte el Mágico no podía parar la pelota porque cuando lo hacía, le aparecía un cuerpo colegiado de cerca de cincuenta miembros para marcarlo y robarle impunemente el preciado y escurridizo balón.
Como se sabe Guzmán, necesita de grandes territorios para trasladarse y además es livianito cual pluma al viento, así que sus marcadores se lo comían con dulce de leche y manteca. Y Cubilla era solo entusiasmo (y no mucho).
Entonces no extrañó que cerca de la media hora, tras un error defensivo de Atlanta y un taquito maravilloso de Gastón Rodríguez, el impiadoso Fergonzi ejecutara sin vacilar a Don Rodrigo Llinás y estableciera la primera cifra del cotejo.
Lo que restó de la etapa fue más de los mismo, con la salvedad que los bohemios tuvieron una clarísima al final, pero el Torito Guzmán la quiso colocar y la pelota no dobló.
Para el segundo Alonsito procura revertir la situación y produce dos relevos de golpe. El guaraní Acosta Cabrera y Pinocho Marecos por Lolli y Mociulski y con esto resigna a un volante y agrega un vanguardista.
Pero no había transcurrido mucho cuando en una jugada circense Izquierdoz pifia la pelota con el pie y acierta la cara del rival con la mano y Rapallini que cobra la máxima de las penas y se acabó lo que se daba.
De allí en más Colegiales se floreó con el balón y por momentos fue al ritmo de milonga.
Atlanta fue a por la igualdad con lo que pudo y forzó una cuaterna de tiros libres que sorpresivamente fueron conectados con comodidad por Cherro e Izquierdoz, en las barbas mismas de Granero, con el resultado arriba descrito.
El cambio de Galeano por Segovia no sirvió para nada y todo, hasta el final fue una sinfonía tricolor, que pudo inclusive coronar con un golazo de Plana, cuyo disparo desde lejos se estrelló en el travesaño.
Final de la batalla y aquí no ha pasado nada. Ganó el más mejor y con justicia. Ahora que se venga la Fragata ¡Y traigan al principito!
domingo, 6 de diciembre de 2009
La Verdà de la Moilanesky: Cole 2 - Atlanta 0
Atlanta se presentó en el cajón de Munro con un esquema evidentemente defensivo. Alonso resolvió reemplazar a Quiroga, suspendido, con Segovia, de modo que armó una línea defensiva de cuatro centrales. Loli pasó a jugar de ocho. El planteo era un signo de que a Colegiales se le tenía miedo, o respeto excesivo. Pronto se vio que el Tricolor era efectivamente un rival al que tenerle sumo cuidado, pero dio la sensación de que el planteo bohemio no fue lo más conveniente. Porque pese a acumular defensores centrales no pudo defenderse bien y porque varios jugadores pagaron no jugar en sus puestos naturales, como Izquierdoz o Loli. Atlanta no podía tener la pelota y menos que menos intentar hacer daño en el arco de enfrente. Era todo de Colegiales, que se mostraba muy superior gracias a su funcionamiento colectivo y a varias individualidades destacadas. El local apretaba, Atlanta sufría... y llegó lo que tenía que llegar, la apertura del marcador para Colegiales.
En la segunda etapa era evidente que Atlanta tenía que cambiar si quería al menos buscar el empate. Alonso lo entendió así y metió dos cambios para pasar del 4-4-1-1 a un 4-3-1-2, pero manteniendo la línea de cuatro defensores centrales. Parecía que el Bohemio podía llegar más lejos jugando así y revertir la situación desfavorable, pero un penal tonto de Izquierdoz puso las cosas 0-2 y todo se complicó enormemente. Colegiales, más tranquilo, manejó y controló el partido, y pudo haber hecho el tercero. Atlanta pudo haber conseguido el descuento con alguna pelota parada, pero en la tarde de Munro nada le salió bien al Bohemio. Fue todo de Cole, que ganó bien y se ilusiona con pelear el ascenso.
Después de ganar cinco partidos, Atlanta volvió a perder cuando modificó radicalmente su planteo y su forma de jugar. Es cierto que la expulsión de Quiroga obligó a cambiar los nombres, pero un planteo tan mezquino y la línea de cuatro Izquierdoz-Arancibia-Cherro-Segovia no parecen ser una buena opción. Ahora toca cerrar el 2009 ante otro rival difícil que pelea arriba: Almirante Brown. De local, la gente esperará ver una buena producción futbolística y una victoria.
El Show de la Renoleta!!
No perdamos mas tiempo y vamos directo al primer participante la Renol con Adolfo Valencia y un comercial para alquilar balcones en los edificios de la cancha de Ferro para ver un recital de Viejas Locas.
Este es el primero de una campaña institucional, nos comentaron que el de la furgoneta lo van a filmar con Diduch. Disfrutenlon!!!
jueves, 3 de diciembre de 2009
Endrogado en Villacrè!!!: Atlanta 3 - Brown (A) 1
miércoles, 2 de diciembre de 2009
La Verdà de la Moilanesky: Atlanta 3 - Brown 1
Los hinchas que vinieron al Gran León en este martes lluvioso se fueron contentos con otra buena producción del equipo y otro triunfo que generan por Villa Crespo un clima de tranquilidad que no se veía hace mucho. Lo único que opacó la victoria fue la tonta expulsión de Quiroga sobre el final, por reaccionar frente a una violenta provocación rival. Atlanta sufrirá la ausencia de un jugador que creció muchísimo en su nivel de juego en los últimos encuentros y que marcó dos goles en las últimas dos fechas. Justo cuando se vienen Colegiales y Almirante, dos equipos que pelean la punta y que serán las pruebas de fuego para este conjunto dirigido por Javier Alonso.
El Bohemio mostró dos caras diferentes en cada tiempo. En la primera etapa jugó realmente muy bien: los hinchas pudieron disfrutar de un alto nivel de juego colectivo, sostenido por individualidades destacadas como el Mágico, asociado con Quiroga y Guzmán. Brown de Adrogué no podía tener la pelota y su defensa se notaba endeble, por lo que el gol bohemio parecía al caer. Efectivamente fue así. Primero anotó Cherro, de cabeza, en un tiro de esquina. Luego aumentó la cuenta Quiroga, también de cabeza, tras una habilitación magistral del Mágico González. El 2-0 era más que justo para un Atlanta que se había mostrado muy superior a su rival y que se llevó todos los aplausos en el intervalo.
Sin embargo, en la segunda parte, se vio otra cosa. Los que querían ver más fútbol y más goles se decepcionaron al encontrarse con dos líneas de cuatro que se pararon bastante retrasadas para esperar a Brown de contra. No le salió del todo bien la jugada al técnico, porque el visitante se agrandó, se hizo dueño de la pelota y arrinconó a Atlanta contra el arco de Llinás. Se sufrió y mucho con las llegadas de Brown. El Bohemio no podía salir y el descuento estaba al caer. En el peor momento, una jugada cambió la historia. Guzmán se fue de contragolpe y le tuvieron que cometer penal para pararlo. Brown se quedó con un jugador menos por expulsión y el Mágico decretó el 3-0 convirtiendo el penal. Partido liquidado: los de Adrogué quedaron knock-out y no había nada ya que peligrara el triunfo bohemio, más allá de que la expulsión de Qurioga y el descuento visitante sobre la hora hicieron que la tarde no fuera completamente feliz.
En síntesis, fue una clara victoria y merecida. En el primer tiempo se jugó muy bien pero en el segundo el equipo se retrasó demasiado para defender la ventaja, y casi le sale mal. Rutili, por su regularidad, fue la figura del encuentro. Vale destacar también el esfuerzo de Cubillas, que está mejorando pero todavía le falta gol.
El Commento Real: Atlanta 3 - Brown (A) 1
Ya se acerca Noche Buena, ya se acerca Navidad y nuestra querida escuadra, mi fiel escudero, nos regala este collar compuesto por cinco preciadas perlas enhebradas con hilo dorado de los titanes victoriosos.
¿Es posible imaginar esta increíble racha – de la que los dedos de una mano nos alcanzarían para encontrar similares a lo largo de nuestra gloriosa historia – cuando al iniciarse el onceno mes del año estábamos en la asadera con la manzana en la boca?
¿Y con estos mismos jugadores, que en los albores de la primavera no le hacían goles ni a la novena de Yupanqui y ahora campean triunfantes y suficientes dejando en el camino un tendal de enemigos humillados?
¿Este equipo dirigido por el Alonsito, un morochito callado por el que nadie hubiese apostado dos maravedíes, es el que ahora está en el hemisferio norte de la tabla de posiciones, después de haber navegado meses por los helados océanos antárticos?
Pero no nos dejemos encandilar por las luces malas del exitismo y tratemos de analizar, con la menor algazara posible y con el mayor rigor literario, necesario esta nueva alegría que nos ha deparado el cuadrito de nuestros amores.
La víctima de turno en ocasión fue el desparejo Brown surero, que se vino a la Reina del Plata con pocas ambiciones y muchos menesteres.
Enfrente los atlantes tenían una sola variante obligada que era la ausencia, en defensa, del pelado Segovia, castigado por haber completado su quinteto de tarjetas amarillas. Entonces el entrenador bohemio lo puso a Carlos Izquierdoz por el sector que hace juego con su apellido, al salteño Arancibia reapareciendo por el centro de los fullbacks y a Nico Cherro por la diestra.
Todo lo demás siguió tal cual: el petizo Lolli, el rutilante Rutili, el rusito Mociuski y el Huevo Quiroga (aunque este más de media puntada). El Mágico González y los delanteros el Torito Guzmán y el silvestre Walter Cubilla.
Y los de la calle Von Humboldt repitieron los movimientos tácticos y estratégicos que ya les son conocidos: Partiendo de la firmeza de la última línea, y el trabajo de recuperación de Rutili y su buen compañero Mociulski darle la pelota a los que conocen sus secretos como el Mágico y el Huevo y progresar en el terreno sumando las escaladas de Lolli, los intentos de desborde de Guzmán y la búsqueda de un Cubilla cada vez más comprometido con su nueva camiseta.
Así Atlanta borró a los tricoloreados, que de la mano de su enganche Ávalo y del tátara abuelo Zagharián poco y nada pudieron hacer en ese primer tiempo. Entonces los goles llegaron como consecuencia lógica de esa clara superioridad. Ambos de cabeza: el primero de la de Cherro que le quiso pegar para abajo y se terminó metiendo arriba. El segundo tras un centro “a lo Pelé” del Mágico que Quiroga cambió al otro palo del indefenso Bangert.
2 a 0 y no había nada que reclamar.
Pero para el segundo el técnico browniano tenía preparada una sorpresa, e hizo ingresar a un tal Cardone y a Benítez, un delantero que alguna vez nos tuvo a maltraer en la Ensenada de Barragán.
Con estas modificaciones, los de Adrogué resurgieron furiosos del túnel y acorralaron a sus anfitriones contra el arco de Don Rodrigo y hasta la mitad de la etapa le cascotearon seriamente el rancho al noble guardameta bohemio, con algunas salvadas providenciales y goles anulados para contabilizar como resultado del embate de los multicolores.
Pero una travesura del Torito Guzmán que se escapó como una liebre hasta las proximidades de Bangert, obligó a bajarlo de atrás y un nuevo penal para Atlanta en el torneo, un nuevo gol para González y un jugador menos para la visita.
Ahora sí, los brownies plantaron bandera de rendición y todo transcurrió apaciblemente, hasta tal punto, que dos de los ingresados, Martino y Acosta Cabrera pudieron inscribir su derecho de autor en el marcador. Pero el blondo delantero se lo comió increíblemente solo bajo el travesaño y el guaraní le hizo besar al balón el madero del arco contrario.
Sin embargo en el último minuto, el agonizante rival dio el manotazo del ahogado y se la mandaron a guardar a Don Rodrigo tras una ponchada de minutos con la valla incólume.
Segundos antes, Quiroga se prendió tontamente en entrevero menor y se fue expulsado. Así la cómoda victoria, le terminó a Atlanta costando un “Huevo”.
Ahora se viene una bien difícil, pero quien nos va a impedir que festejemos lo conseguido, y soñemos con lo imposible, mientras bailamos al ritmo de la conga ¡Y que siga la milonga!
lunes, 30 de noviembre de 2009
El Commento Real: Flanders 0 - Atlanta 1
Mi fiel escudero ¿Dónde están esos temibles canarios que se comen a los chicos crudos en su dominios de allende el río Luján? ¿Qué pasó con los imbatibles tercios de Flandes que hacían decenas de goles en poquísimos minutos? ¿Se chamuscaron bajo el lacerante sol de este noviembre agonizante? ¿O su fama era pura cuento?
Huevadas. Solo huevadas que sucumbieron al paso demoledor con el que transita nuestra gloriosa escuadra este segmento del campeonato, cubierto con los laureles de la victoria y con el honor de nuestro Don Rodrigo inmaculado, como el himen de las doncellas de nuestro marquesado.
Llegamos al monárquico Carlos V al tranquito sobón del flaco rocín derretidos bajo el calor sofocante de nuestra armadura (¿Por qué será en Jáuregui o te cocinas o te mojas hasta las calzas, sin término medio?)
El Alonsito, que será joven pero gilipollas dejó intacto al equipo que tantas satisfacciones le viene dando, no se le da por andar haciendo cambios estrafalarios y entonces, el catálogo de players resultó idéntico la de siete días atrás.
Vamos a recordarlo: Don Rodrigo Llinás para atajar los penales. Una cada vez más marcada línea de cuatro con el petizo Lolli, Nico Cherro, y los eficientes Izquierdoz y Segovia. La volantería con el rusito Mociulski, el rutilante Rutili y el “huevo” Quiroga. Para enganchar el Mágico González, y adelante el Torito Guzmán con Walter Cubilla.
El primer tiempo fue un esperpento de lo peor que puede brindar el fóbal, pero dentro de esa insoportable levedad del ser, los venidos desde la Reina del Plata se sentían más cómodos y a todas luces, si había que cerrar trato con un triste 0 a 0, no les iba temblar la mano a la hora de rubricar dicho acuerdo.
Como nos tiene acostumbrados a quienes lo seguimos a todos lados, exhibió se consabida firmeza por los fondos, y su eficaz labor de la contención y obstrucción de sus hases, que hacían inútiles las blandas expediciones flamencas, casi todas comandadas por el pelado Barrientos.
En función de ataque Atlanta era un poquito más que la nada absoluta y eso se debía a lo mal que jugó su cerebro y conductor: El Mágico González al que le costaba hacerse del esférico elemento y, sobre todo, darle el mejor de los destinos buscando los pies de un camarada.
Es cierto que cada vez que tomaba contacto con el balón, era rodeado inmediatamente por una patota de jaureguiceños, seguramente avisados de sus encomiables habilidades.
Así que se dependía de la tibieza del “huevo” Quiroga y las inconclusas maniobras del torito Guzmán. Walter Cubilla era el hombre que está solo, espera y se resbala.
Y aunque ninguno de los beligerantes pisaba el área ni bajo receta del médico, fue el partido de los goles increíblemente desperdiciados.
El primero a mediados del primer tiempo, cuando raramente, Don Rodrigo dio un rebote y el hermano no mágico de González la mandó a la Basílica con todo el arco para el solito.
Ya sobre el final de la etapa, Guzmán quedó en duelo criollo con el sin manos de Diego Fernández, pero el ex arquero suplente de Atlanta resolvió brillantemente.
La etapa final amenazaba a ser otro bodriazo, con nosotros expuestos cual saurios a las inclemencias de los rayos del astro rey, viendo girar las agujas del reloj, sin mayores incidencias dignas de ser destacadas.
Pero, enseguidita de pasado el cuarto de hora, Guzmán se manda uno de sus aislados rushes exitosos y le pone un pase poético al “Huevo” Quiroga, para que este inscriba su nombre en la insigne galería de los goleadores bohemios.
Estaba claro que esa huevada era letal y eran pocas las probabilidades de que los flandriosos empataran el score. Pero era tanto lo que jodieron con los 4 goles en Agronomía que uno se lo terminó creyendo.
El asunto lo pudo haber liquidado el mismo Guzmán, cuando Quiroga le devolvió la gentileza y lo puso al pibe en una posición imposible de errar, pero este, con todo el espacio cósmico para elegir, la ubicó en el único lugar donde estaba el arquero.
La vida seguía igual, con la única modificación que merece mencionarse, que es la inclusión del guaraní Acosta Cabrera, cuya presencia le da a Atlanta otra dimensión de tres cuartos para adelante.
Ya nos refregábamos ojos sin poder creer ser testigos de cuatro halagos consecutivos, cuando en medio de un centro inofensivo, Nico Cherro mete la manito y penal para los locales.
Pero, ¿Para que tiene Atlanta al mejor arquero de la categoría? El gran Don Rodrigo le contiene el tiro de los doce pasos a Montenegro, pero la pelota le queda al goleador canario a su disposición, para sumar en su cuenta sin obstáculos a la vista. Pero se nota que el buen muchacho la pierna derecha la tiene de adorno y manda el tiro de gracia a la centenaria ciudad de Mercedes.
Ahora sí, la cosa quedó sellada. Hubo tiempo para una gran jugada del guaraní de los dos apellidos que no entró por poco.
Finish, kaput y chupe, chupe, no deje de chupar (Diría Maradona), volvimos a Villa Crespo con tres puntitos más.
domingo, 29 de noviembre de 2009
La verdà de la Moilanesky: Flanders 0 - Bohe 1
¡Increíble! Atlanta ha sumado su cuarta victoria consecutiva y nadie lo puede creer, dado el pésimo comienzo del equipo en la temporada. Los últimos puestos van quedando atrás: no sólo se suman puntos, sino también confianza y tranquilidad. Esta vez la víctima fue Flandria, en el Far West Jáuregui. El Canario venía de empatar un partido que perdía 4-0 y tenía la particularidad de ser al mismo tiempo el equipo más goleado y más goleador en el campeonato. Podía esperarse por tanto un partido complicado para la defensa, pero a la vez una invitación a los atacantes.
Alonso repitió en Jáuregui el mismo equipo que viene protagonizando esta racha triunfal. El encuentro fue bastante malo desde el punto de vista técnico, y por momentos muy aburrido, sobretodo en la primera parte, que terminó sin goles. El local mostró mayor iniciativa de ataque pero a la vez se hicieron evidentes su imprecisión y su carencia de fútbol para la búsqueda. Atlanta en general se dedicó a tantear al rival y no arriesgar demasiado. Guzmán y Cubilla tuvieron poco peso arriba, y el Mágico González no tuvo una buena tarde: el 10 bohemio jugó mal y el equipo lo sintió. De hecho fue Quiroga el que tomó las riendas del juego y el que se mostró más activo en ataque.
No lució Atlanta, y la verdad es que hizo poco para ganar. Quizá tampoco lo mereció, pero una vez más un único gol le bastó para llevarse los tres puntos. En el segundo tiempo, apareció Guzmán para habilitar a Quiroga, que definió de zurda para poner el 1-0. El gol del triunfo. La defensa canaria, que ya era bastante endeble, se deshizo ante la apertura del marcador y Atlanta pudo haber aumentado tranquilamente la ventaja. La más clara la tuvo Guzmán, habilitado por Quiroga, pero el chaqueño definió incorrectamente: una falla recurrente en el volante devenido en delantero. En definitiva, Atlanta no lo pudo liquidar mientras se dedicaba a defender la ventaja conseguida.
Cuando las cosas salen todas bien, el triunfo es una consecuencia. Al Bohemio no le faltó suerte. Porque no creó más situaciones que Flandria pero a diferencia de su rival pudo meter una. Cuando la defensa bohemia era vulnerada, aparecía Llinás para salvar, y cuando Llinás era vencido, la suerte jugó en favor de Atlanta. Aunque también se puede decir que Flandria se fabricó su propia mala suerte: falló en la definición por defectos propios. La jugada determinante que pudo haber cambiado el resultado final fue el penal dudoso que tuvo Andrés Montenegro en sus pies cuando faltaban cinco minutos para el final del encuentro. Llinás atajó el penal, pero rebotó en el palo y le quedó servida a Montenegro, que la terminó mandando por arriba del travesaño. El Destino favorecía a Atlanta, que debía llevarse esos tres puntos de Jáuregui.
Como aspectos positivos, además del triunfo, se puede destacar la solidez de una defensa asentada junto con Llinás, que no recibió goles en los últimos cuatro encuentros. Rutili cumplió otra buena tarea en el mediocampo y, pese a que no anduvo bien el Mágico, apareció Quiroga para convertirse en figura.
martes, 24 de noviembre de 2009
El commento real: Atlanta 3 - Armenio 0
¡Lo único que le faltaba al pobre de Chokatlián, mi fiel escudero, es que Atlanta le haga tres goles a Armenio! ¿Qué quién es Chokatlián? ¡Un personaje que tiene más problemas que los Pérez García! Pero es cierto que tú no miras televisión.
No importa, lo cierto es que nuestra agrandada escuadra le hizo a los de Asia Menor, en un partido, la mitad de goles de los que había convertido en las catorce batallas anteriores y de esta manera ganó su tercer partido consecutivo, para la alegría del atlanterío que no daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo.
Y debo confesar que no eran pocos los temores que me invadían cuando cabalgando bajo la lluvia, me arrimé a nuestro coqueto estadio este último sábado. Y es que era mucha la confianza en una victoria que muchos firmaban antes del inicio mismo de las hostilidades.
Y como en la cancha se ven lo pingos y la confianza mata al hombre y como son tantas las frustraciones que acumulamos a largo de nuestra larga vida, por salir a gastar a cuenta y festejar antes de tiempo, el fantasma del mal augurio me acompañó hasta sentarme en mi húmeda poltrona.
Debemos reconocer que hay algo que no puede soslayarse a la hora de cualquier análisis: los armenios están en el fondo del lago, no tienen nada, se les fue el técnico y al presidente más vale perderlo que encontrarlo.
Así que ganar el partido, resultó para los de Villa Crespo más fácil que robarle la plata a un ciego. Y Atlanta se abusó de su alicaído enemigo.
El Alonsito hizo lo que la tradición futbolística enseña: no cambiar la alineación triunfante.
Entonces los ganadores de la Copa Suecia emergieron del túnel con la siguiente formación, la misma que humilló a Chicago días atrás: Don Rodrigo para hacer los saques de meta; Nico Cherro, el eficiente Izquierdoz y el firme Segovia en defensa; el petizo Lolli, el rutilante Rutili, el rusito Mociulski y el huevo Quiroga por los medios; el Mágico González de intermediario y el Torito Guzmán y Walter Cubilla en la delantera.
De entrada nomás, el dueño de casa salió a llevarse por delante a los norteños, que habían salido vencidos desde los vestidores.
Como de costumbre, el rutilante Rutili se adueño del ecuador del terreno, bien auxiliado por Mociulski. Y el Mágico y Quiroga se apropiaron de la pelota sin ninguna intención de compartirla con sus rivales. Y los delanteros intentaban la penetración, pero como son muy livianitos, les cuesta finalizar bien lo que bien se había comenzado.
Para empezar, buena jugada del González y el cuero en el madero para avisar que la cosa va en serio.
Al rato, centro desde la derecha, dos cabezazos en el área y pelota que le cae a Cherro y, este -que no hacía goles desde que tomó la primera comunión- con un fuerte tiro abrió el marcador.
De ahí en más el campo se le hizo orégano a los apodados de “bohemios”. Monopolizaron el juego y el balón, en la mitad del campo correspondiente al contrario.
No había transcurrido mucho tiempo cuando el bestiún de Perassi se lleva puesto al Torito, penalti más grande que el hotel de los Kichner en el Calafate y el Mágico esta vez elige la siniestra del arquero y gol de Atlanta.
Dos goles en 22 minutos y solo faltaba que lloviera café para que el milagro fuera completo.
Seguía la milonga y el recordado Eduardo González, mano derecha de Nakis lo incinera al defensor Torres y mete un volante para equilibrar un poco el medio campo. Y consiguió su objetivo, la menos parcialmente, porque de allí en más encontró cierta paridad en las acciones hasta la finalización de los primeros 45 minutos.
Para el otro tiempo, entró el guaraní Acosta Cabrera en lugar del pibe Cubilla al que el bestiún de Perassi le había cabeceado el cerebelo.
Y enseguida el ticki ticki de González y Quiroga terminó en los pies del recién ingresado, golazo y otra tricota para los nakisdependientes.
Desde ese instante y hasta el final Atlanta dispuso de innúmeras ocasiones, pero siempre el pase fue para el jugador más marcado y peor ubicado.
El contrincante, en coma cuatro y sin reflejos vitales, hizo que Llinás no tuviera la necesidad de arrastrarse por el fango, como Estercita (la del tango). Además se lucieron en su responsabilidad tanto Cherro, como Izquierdoz y Segovia.
Entonces, a pesar de la lluvia, los de azul y amarillo, así como sus estoicos seguidores tuvieron una tarde apacible, a pesar de las inclemencias del tiempo.
Ganó Atlanta y sigue sumando. Es cierto que hizo uso y abuso de un rival que era pan comido, pero estos partidos antes se perdían o empataban.
Así que despacito y por las piedras vamos trepando en la tabla y ahora quien puede quitarnos la posobilidad de empezar a soñar.
domingo, 22 de noviembre de 2009
La verdà de la Moilanesky: Atlanta 3 - Armenio 0
ATLANTA 3 ARMENIO 0
La orquesta de Villa Crespo va afinando mejor. Atlanta convirtió más de un gol en un partido por primera vez en el campeonato y se llevó una victoria clara, amplia, tranquila, que pudo disfrutar de principio a fin. ¿Hace cuánto que los hinchas no podían disfrutar una goleada como ésta? Tercer triunfo consecutivo, una posición un poco menos incómoda en la tabla, y se respira un clima más ameno en Villa Crespo. ¿Habrá abandonado definitivamente el equipo la senda del Demonio?
Más allá de los resultados (se sumaron nueve puntos en una semana), que importan y mucho por las urgencias enormes, se empiezan a encontrar signos positivos en el equipo, tanto a nivel individual como colectivo. Llinás, como siempre, es una garantía en el arco. La defensa, con Lolli- Cherro- Izquierdoz- Segovia está muy firme: ¿Arancibia recuperará la titularidad ahora que vuelve de la suspensión? Rutili se hizo dueño del mediocampo, recupera y distribuye. El Mágico González es el eje por el cual pasa todo el juego de Atlanta, y está encontrando en Quiroga un buen socio futbolístico. Acosta Cabrera parece ser el nueve que le faltaba al Bohemio, pero todavía no está en perfecto estado físico.
También es verdad que el rival facilitó mucho las cosas. Armenio tiene un presente crítico y demostró en la cancha todos sus bagaje anímico y futbolístico. Fue un rival demasiado débil, con una defensa que dejó muchos espacios y cometió muchos errores, y una ofensiva totalmente incompetente, que apenas se dedicó a mandar centros imprecisos. Llinás y la defensa no tuvieron que esforzarse mucho para mantener la valla invicta nuevamente. La superioridad bohemia se hizo evidente desde el comienzo. Atlanta se lo propuso y se puso 2-0 en el primer tiempo, primero con un tiro de esquina que definió Cherro y luego con un penal cometido a Guzmán, convertido por el Mágico. Con la ventaja de dos goles, el local jugó más tranquilo y no necesitó el dominio de la pelota para controlar el partido. Le dejó la iniciativa a un apático conjunto visitante, que se enredó solo, y esperó el frecuente error rival.
El 3-0, en el segundo tiempo, llegó por decantación: Quiroga habilitó a Acosta Cabrera, que anotó su segundo gol en el club. Si el cuarto tanto no llegó fue porque los jugadores bohemios no supieron definir. La realidad es que estaban dadas todas las condiciones para una goleada mayor.
Probablemente el Armenio del sábado no sea una buena medida, pero lo cierto es que a principio del campeonato Atlanta enfrentó equipos similares y no pudo ganarles. Y también es cierto que el nivel de la categoría es muy pobre y no es difícil encontrar más “Armenios” en el fixture.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
El Commento Real: Nueva C.ago 0 - Atlanta 1
¡Segunda victoria consecutiva, mi fiel escudero y en un reducto casi inexpugnable, como es el estadio aledaño al populoso barrio de Los Perales, allá por los Corrales de Mataderos!
¡Y que jolgorio que produce conseguir los tres puntos con un golcito, en los momentos en que el partido se deslizaba, casi inevitablemente, al enésimo cero a cero del conjunto bohemio en el año del señor de 2009!
Además, aunque el partido fue un bodriazo peor que un película de Sara Montiel, Atlanta había hecho una pizca mejor las cosas y las mieles del triunfo le fueron legítimas y merecidas. Agreguemos, como otro elemento de juicio, que estos de Chicago no son mártires, pero son unos muertos.
Lo cierto que el club de nuestras pasiones llegó desde Villa Crespo con todas las intenciones de llevarse para Humboldt al 400 al menos un puntito. Así lo delataban la lentitud de movimientos del arquero Don Rodrigo que, sin disimulo alguno, tardaba en hacer cada saque de meta, lo que nuestra presidenta demora en maquillarse para las fotos.
Atlanta salió al combate en la tarde de este martes con Llinás de cancerbero. Nico Cherro -por el suspendido Arancibia aunque en lugar Izquierdoz-, este quedó como central y Segovia como tercer zaguero. Lolli, el rutilante Rutili, el rusito Mocuilski (por Galeano) y como carrilero por siniestra, casi de media puntada el Huevo Quiroga. De enganche el Mágico González y adelante Leandro Guzmán y Walter Cubilla.
La preocupación central, como se dijo, era impedir que los chicaguenses se acercaran a la valla de Don Rodrigo y dicha misión se cumplió sin apremios gracias a la faena estupenda de Izquierdoz y Segovia, y en menor medida de Cherro. Y, también, por los delanteros del verdinegro que se marcan solos.
Unos metros más adelante el rutilante Rutili, con algo que ya se está haciendo rutina: un trabajo medido, solidario y clarificante. En silencio el blondo volante se está convirtiendo en un engranaje fundamental de la maquinaria bohemiera y en una de las figuras del equipo.
Con la pelota en su poder los papeles se trastocan y los villacrespense empiezan a sudar la gota gorda. Encima el Mágico se equivocaba más de lo que acertaba, Quiroga no terminaba una bien, Guzmán no pasaba ni a un gordo en maratón, Cubilla era fácil presa de sus guardianes y lo del rusito Mociulski era muy pobre. Solo las subidas del petizo Lolli parecían un argumento válido para el ataque de los atlantes.
Dadas así las cosas, el primer tiempo no ofreció jugadas de peligro infartantes, salvo un cabezazo que Llinás despejó brillantemente y un tiro de Talín que no entró porque Alá es grande.
El segundo tiempo apuntaba a ser una porquería parecida, con un Atlanta conservador y un Chicago que no tiene con qué. Porque con todo, los de azul y amarillo son un conjunto ordenado y que intenta darle a la pelota el trato que merece una dama. En cambio sus anfitriones no dan dos pases seguidos a un compañero ni en el precalentamiento.
Serían la siete de la tarde y se estaba levantando una leva brisa, cuando Alonsito hace entrar al guaraní Acosta Cabrera que con poco, demuestra que es lejos el mejor delantero que hoy por hoy tiene Atlanta.
Porque es vivo, defiende bien con el cuerpo a pesar de no ser muy grande, se ubica bien, crea los espacios necesarios y no es un negado con la pelota. ¡Ojo! Tampoco es Batistuta, claro
Lo cierto que los de la ribera del Maldonado empezaron a ver un filón por la banda izquierda. A eso contribuía mucho el pelado Segovia que se comía sin sal a su marcado y generaba buenos contraataques, que el torito Guzmán se encargaba de dilapidar, una y otra vez.
Pero una acertó y fue una confabulación del chaco paraguayo. Porque el chaqueño desbordó a lo Garrincha, levantó la testa lo vio al huevo Quiroga y este al guaraní de dos apellidos. ¡Gol de Atlanta y Chicago andá a llorarle a Fernando Niembraaa!
No hubo tiempo para más, salvo que yo me tuve que tragar las ganas de festejar hasta que mi rocín cruzó la avenida Alberdi y que los mataderenses se acordaron de la madre, las hermanas y las loras de todos los jugadores, cuerpo técnico y divisiones inferiores de su club.
¡Como cambia la vida en una semana! Estábamos muertos y enterrados, hemos echado 10 centavos en la ranura (¡Salud Don Raúl González Muñón) y ahora la vida se ha vuelto color de rosa! ¡Que pase el que sigue!
Facundo Talin, la tenes adentro como Pasman!!!!!
Para la Siomeria del Extranjero aca tienen el gol y para vos Facundo que la tenes adentro, con el perdon de las mujeres que leen este blog "segui chupando!!!!"
Facundo dormi tranquilo:
EL MAS GRANDE DE LA DIVISIONAL TE LA PUSO!!!!!!!!
La Verdà de la Moilanesky: New Chick 0 -Atlanta 1
CHICAGO 0 ATLANTA 1
Luego de tantas frustraciones acumuladas en esta temporada, el hincha bohemio se pregunta si empezará al fin una etapa de alegrías y podrá olvidarse de las tristezas. Por lo pronto, Atlanta sumó seis puntos en apenas tres días y quiere levantar cabeza en la tabla de posiciones: todavía navega en las profundidades, por lo que habrá que seguir en la buena senda para llegar a terrenos más altos. Son dos victorias consecutivas que pueden convertirse en el puntapié para un nuevo camino. El objetivo ahora es seguir sumando y seguir mejorando.
Se ganó un partido muy importante en Mataderos, porque Chicago, si bien viene cayéndose, es uno de los equipos fuertes de la categoría. No todos los días se le gana de visitante en su propia cancha. Atlanta lo hizo y le dio una alegría a los hinchas que finalmente pudieron festejar un triunfo resonante después de mucho tiempo. ¡Encima sobre la hora! ¡Con un golazo! ¡Y fue el primer gol de un delantero bohemio en todo el torneo! Cómo para no alegrarse. Lástima que no se pudo disfrutar, debido a esta ridícula prohibición del público visitante. Pero la alegría, por más que no se exteriorice, no deja de ser alegría.
Si vamos al juego, podemos decir que fue un partido en resumen bastante parejo. No faltaron las situaciones de peligro y el juego estuvo por momentos muy abierto, con poco trámite en la mitad de cancha. Los dos tuvieron sus buenos momentos para ganarlo. Atlanta hizo un buen primer tiempo, con prolijidad pero sin profundidad. Chicago apretó sobretodo en la segunda parte, a medida que el equipo de Alonso se iba conformando con el empate y el local se desesperaba por la victoria. Las dos situaciones más polémicas del partido tuvieron decisiones arbitrales que favorecieron al Bohemio: un cabezazo de Talín que pareció pasar la línea de gol y un penal claro no cobrado.
Luego de haber zafado del 0-1 y con la desesperación de Chicago, que dejaba huecos atrás, Atlanta tenía todo a favor. Faltando cinco minutos para el final, Guzmán fue hasta el fondo en una contra que fue una gran jugada colectiva, y Acosta Cabrera definió para poner el gol del triunfo.
En cara al futuro, hay algunas razones para esperanzarse. Por un lado, la ilusión arriba es la presencia del paraguayo Acosta Cabrera, que si está bien físicamente puede dar el gol que le falta al equipo, como lo hizo en Mataderos. Rutili y Mociulsky hicieron una buena labor en la mitad de cancha, y Quiroga jugó mejor yendo por el medio, enganchando al lado del Mágico, que por el costado izquierdo. Ojalá se vayan asentando los jugadores en sus puestos y Atlanta pueda empezar a construir un equipo que sepa a lo que juega, con un rumbo definido. Estos triunfos, aunque ajustados, son un buen comienzo.
lunes, 16 de noviembre de 2009
Il Commento Real: Atlanta 1 - San Pedro Telmo 0
IZQUIERDA LOCA
¡No, mi fiel escudero, no estoy repitiendo la frase macartista que resucitaron los dirigentuelos seudo obreros de la oprobiosa burocracia sindical que supimos conseguir!
¡Nada de eso! Es que todavía estoy festejando el gol de Izquierdoz de zurda y a la izquierda de Gambandé y que provocó un festejo tan demorado y tan esperado que casi me falla el de la zurda.
Pero vayamos despacio y empecemos por donde más conviene, que siempre es el inicio:
Descarté de plano la idea de quedarme en casa para ver por TV como los españoles le hacía bailar el pasodoble a nuestra devaluada y maradoniana selección y me dirigí al querido estadio villacrespense envuelto por un manto de esperanza sobre la posibilidad de que en esa tarde podríamos empezar a sumar de a tres.
No eran muchos los elementos en los que se apoyaba esa ilusión: Atlanta es un equipo previsible, firme en defensa, coorecto en los medios y muy tibio –casi frío- en el ataque. La otra cuestión era la debilidad del equipo rival., aunque este nos superaba en puntos y habitualmente hace de local en el León Kolbowski.
El entrenador Alonso borró la dupla vanguardista Martino y Martínez y la reemplazó por el Torito Guzmán y Walter Cubillas y en el medio campo dejó en convalecencia Palisi e introdujo a Galeano como compañero del rutilante Rutili en el circo central.
Empezó mejor el bohemio, con el Mágico a la batuta, con el Huevo Quiroga de partenaire y Rutili de gran recuperador y ordenador delante de la línea de zagueros.
Los candomberos resultaron ser su número cinco Francés y diez más. Porqué el centrojás es el típico jugador que uno se cansa de dirigirles diatribas e insultos cuando juega para el rival, pero que desearía fervientemente tenerlo entre los suyos para los grandes combates.
El dominio atlante, como siempre, moría en la liviandad de Guzmán, Cubillas o Galeano que eran fácilmente devorados por los rústicos defensores de los santelmistas afrancesados.
Por su parte la ineficacia y timidez de los atacadores visitantes, junto a la buena labor defensiva -donde descolló el goleador Izquierdoz-, le otorgaron a Don Rodrigo el primer sábado de merecidas vacaciones en mucho tiempo.
Se iba el primer tiempo, y Atlanta había arrimado alguna que otra vez el bochín con los rushes de Lolli por derecha, y algunos centros intrascendentes que atravesaban el área enemiga sin mayores sobresaltos para el portero de los ex isleños. Pero una imperdonable irresponsabilidad del salteño Arancibia amenazó con complicarle la tarde a los de la calle Von Humboldt, cuando le aplicó un codazo al rubio Marando a 15 centímetros del árbitro, que sin hesitar le mostró la cartulina color de sangre.
Suerte que ni bien se reanudaron las acciones, Juan Gambandé concretó la necesaria reparación histórica para con el pueblo bohemio y en el mismo arco de su recordada macana contra Alamgro, dio el rebote indispensable, tras tiro libre del Mágico, para el gol del triunfo.
Esta conquista permitió tranquilizar a los dueños de casa donde había ingresado Nico Cherro por Galeano, y toda la responsabilidad en la zona de tránsito quedo en manos – o mejor dicho, en los pies- del rutilante Rutili que cumplió con honor el papel a lo que lo llevaron los acontecimientos.
La iniciativa quedó entonces para los del barrio de las antigüedades, en desventaja y con un jugador más. Sin embargo nunca encontraron el camino, no sólo por deficiencias propias, sino por el buen laburo del mencionado Izquierdoz que terminó con la cabeza llena de chichones y de Segovia que cerró con fajas de clausura su lateral.
De esta manera, Atlanta de contra quedó con más espacio y siempre estuvo más cerca del marcar el segundo de que los afrancesados llegaran al empate.
Y cuando a la media hora lo expulsan a Mendoza y se lesiona Seevald, y el vocinglero Francés se ubica como líbero, San Telmo renuncia a toda posibilidad de revertir su suerte.
Con cierta dosis de imprudencia, el alineador auriazul realiza dos cambios simultáneos y saltan a la cancha el rusito Mociulski por el Guzmán y el guaraní Acosta Cabrera por Cubillas y en los últimos minutos se pudo y se mereció aumentar.
Los 240 segundos de descuento solo sirvieron para alargar la angustia y hacer más explosivo el festejo.
Mas que la euforia no nos nuble la razón. Jugamos como siempre, solamente que esta vez ligamos y ganamos. ¡Aunque parezca mentira ganamos en Vila Crespo!
La Verdà de la Moilanesky: Atlanta 1 - San Telmo 0
ATLANTA 1 SAN TELMO 0
Un poco de oxígeno nutritivo, aire fresco para poder respirar un poco más tranquilos. Las urgencias eran grandes por la escasa cosecha de puntos de este campeonato: Atlanta estaba muy necesitado de una victoria, luego de tantas frustraciones. No importaba cómo, pero había que ganar, como sea. Sin embargo, todavía las urgencias siguen siendo enormes: hay que seguir sumando de a tres para no quedar estancados en las últimas posiciones de la tabla.
¿Será éste el triunfo del despegue? Ojalá signifique un envión anímico para los jugadores, pero en vistas de lo que se jugó, nada hace suponer que algo haya cambiado. Atlanta le ganó a San Telmo, con justicia, y se festejó con locura en Villa Crespo, porque el triunfo fue recibido como una lluvia tras una larga sequía. Pero el equipo jugó de la misma manera que en los últimos partidos: dominando por momentos la pelota y el juego, mostrando buenas intenciones, pero también evidenciando una seria carencia de gol. Es decir, el problema principal bohemio, que está en la definición, no se ha solucionado. Tampoco quiero ser injusto: Atlanta ganó bien y en esta categoría a nadie le sobra nada. Se puede decir que en este partido el conjunto de Alonso tuvo la suerte que le faltó en otros encuentros.
La victoria resulta más meritoria cuando se tiene en cuenta que Atlanta jugó bastante tiempo con un hombre menos por la expulsión de Arancibia e incluso convirtió el gol ganador cuando estaba en desventaja numérica. El equipo de Alonso, con diez jugadores, se cuidó un poco más pero se mantuvo al acecho. El Mágico González tuvo un tiro libre que Gambandé no pudo contener y apareció Izquierdoz en el rebote para marcar. Una buena noticia: el defensor proveniente de Lanús rompió el monopolio goleador del Mágico en esta temporada. De todas maneras, la figura volvió a ser justamente Magic González, conductor del equipo, hacedor de juego y quien volvió locos a los defensores y volantes visitantes.
La expulsión de Mendoza equilibró la cuestión, aunque en realidad San Telmo en ningún momento apretó con fuerza para conseguir el gol. Atlanta controló la pelota en los últimos minutos, aunque eso no impidió que se sufriera, ante el miedo de perder lo conseguido en el último minuto, como contra Defensores.
Ante la falta de gol, la delantera sigue siendo el centro de todas las miradas. Esta vez, Alonso apostó a los chiquitos y dispuso a Guzmán-Cubilla arriba. Ninguno de los dos pudo desequilibrar: Atlanta tuvo más desborde, pero ningún centrodelantero para empujarla. La falta de definición y oportunismo goleador en el área se hizo sentir nuevamente. En los últimos minutos entró Acosta Cabrera tras recuperarse de su lesión, pero no parece estar al 100% todavía.
martes, 10 de noviembre de 2009
El Show de goles (de los otros)
lunes, 9 de noviembre de 2009
El Commento del Marques: Defe 1 - Atlanta 0
¡Mil rayos me partan, mi fiel escudero! ¡Que garrón amargo nos comimos este sábado en las cercanías del Barrio Chino contra el dragoncito!
Otra vez los méritos y merecimientos estuvieron de nuestro lado, pero los tres puntos quedaron anclados en el pueblo de Belgrano y nosotros emprendimos el retorno a las orillas del Maldonado con las faltriqueras vacías y cada vez más hundidos en las arenas movedizas del fondo de la tabla.
Y para colmo de males, todo fue sobre el cierre del partido, cuando un nuevo 0 a 0 estaba decretado y archivado. Con una jugada de torneo escolar que les terminó dando la posibilidad de casa quedarse festejando la obtención de un triunfo que ya habían descartado y cuando su público se estaba preparando para putear y silbar a los jugadores.
El entrenador Alonso que esta desorientado y no sabe que subte hay que tomar, modificó buena parte de la plantilla que había derrapado contra Los Andes en la fecha anterior, y armó su escuadra de la siguiente manera para enfrentar a los defensores del creador de la bandera: Don Rodrigo Llinás a los maderos. Izquierdoz (un retorno pedido a los gritos por el atlanterío) el salteño Arancibia y Segovia los tres de atrás. El petizo Lolli de carrilero por la derecha, Palisi y Rutili de centrojases y Quiroga por izquierda, aunque más responsabilizado en la creación. El Mágico para la gestión y Martino – Martinez la pareja de atacadores.
El relato de este match puede ser calcado a los tantos similares que disputó en el presente campeonato y como en La Revista Dislocada, los sketchs se repiten semana a semana.
Atlanta de a poco se va adueñando del trámite del partido, porque la defensa es bastante sólida y se para bien. Y un paso adelante el rutilante Rutili aguanta a los volantes rivales, quita, apoya y distribuye. Y lo acompaña bien Lolli, que además se muestra como alternativa de ataque y Palisi – que empezó perdido, pero terminó jugando aceptablemente- como camarada de lucha en el transitado círculo central.
Pero una vez que se detienen las ínfulas enemigas y se recupera el útil, es cuando empiezan los dramas existenciales y aparecen las dudas metafísicas de los bohemieros.
Ya que el Mágico es un jugador agradable a la vista, pero que no siempre toma las mejores decisiones y el díscolo Quiroga maneja bien la redonda, pero se desinfla en los últimos tramos del terreno.
Si a esto le sumamos que ninguno de los delanteros probados hasta ahora no ha rendido mínimamente nada, hace que le fuera más fácil a un alemán cruzar el Muro hace 20 años, de que un jugador con la camiseta azul y amarilla ingresar al área del enemigo.
Entonces Atlanta tuvo la pelotita más que su rival, pero al dope, como limpiaparabrisas de avión y se limitó a patear tiritos desde afuera, que el más cerca fue a la ESMA por un lado y al Pepsi Music por el otro.
Los dragoneantes, por su lado no lucían de gran riqueza y al rubio Ascensio se lo comían crudo Rutili y Palisi. El chiquito Luppino no podía con Segovia, Ceratto no podía con Izquierdoz y Arancibia lo tenía cortito al ex Molina.
Se fue el primer tiempo sin demasiado para recordar y en el segundo entra el torito Guzmán en lugar de un inexistente Martino. Y el chaqueño aporta lo suyo que es ganar en velocidad, pero sin poder superar nunca sus marcadores en el mano a mano.
Los locales se deciden a apretar un poco, pero se descuidan en el fondo y los de Villa Crespo se juegan un poco más a por el triunfo.
Y pudieron lograrlo pero Martínez le pegó como el ajo solo frente a Sanzotti, Izquierdoz cabeceó una masita solito y solo frente al portero y el papanatas de Jonathan Páez metió la patita cuando un tiro del salteño Arancibia tenía como destino la suavidad de las redes del arco belgraniano.
El empate era clavado, porque los azabache y rojo no podían y los atlantes no sabían, pero vino un saque de arco a arco, Arancibia rechaza al revés y Ceratto de tan burro le pega con la cabeza el hombro, la pantorrilla y el peroné y sonamos como arpa vieja.
Uno a cero irremontable y el horizonte que, para los bohemios, se pone color carbón en la tarde luminosa y primaveral.
No hubo tiempo para más y nos volvimos para Villa Crespo ya saben como… y si no saben sacále una foto.
lunes, 2 de noviembre de 2009
El Commento Real : Atlanta 1 - Los Andes 3
SOBRE LLOVIDO MOJADO
¡Que manera de caer agua, mi fiel escudero! Llegué a mis aposentos, tras el partido, con las calzas y las golas empapadas y la armadura herrumbrada y con ocres manchas de óxido alrededor de los agujeros que le han producido tantas y tantas batallas.
Pero sobretodo desensillé de mi rocín profundamente apesadumbrado por la humillante derrota que nos propinó el milrayado de Lomas y que le costó sólo media hora de juego.
Confieso que había arribado a nuestro reducto villacrespense envuelto en una manto de optimismo – aún más abrigado que el habitual- producto del buen papel que nuestra querida escuadra había protagonizado unos pocos días atrás, en los pagos de José Ingenieros.
Aún sabedor del miedo escénico que le produce a nuestros players jugar en los terrenos aledaños al ferrocarril San Martín, ante su público y con la obligación de ganar, alimentaba la esperanza (infundada, por cierto) de que la mejoría manifestada de visitante, tendría en este lluvioso sábado su correlato como dueño de casa.
¡Una vez más me he equivocado en esta vida! ¡Una vez más la terquedad de mis sueños juveniles fueron derrotados por el duro cachetazo que suele darnos la cruel realidad!
El entrenador Alonso sacaba a la cancha la misma formación que fue despojada del triunfo contra Almagro, para enfrentar al irregular equipo de Los Andes: Don Rodrigo al arco; Nico Cherro, el salteño Arancibia y Segovia en el bajo fondo donde el barro se subleva. La línea de volantes con el petizo Lolli, el pachorriento Catalán, el rutilante Rutili y Juan Galeano. Para enganchar con los delanteros el mágico González y en la vanguardia el Torito Guzmán y el pibe Sosa.
La cosa empezó como ya la conocemos: Atlanta tratando de hacerse del útil de cuero y otorgársela al Mágico, para que este disponga de su mejor destino. Y González, por lejos único en condiciones de jugar ese rol, a veces a acierta y a veces no. Tiene sus días, como todos los tocados por la varita de Dios.
Y entonces,cuando él la tiene, se desprenden Lolli y Guzmán por las puntas, siendo este el argumento más utilizado, aunque no siempre el más productivo.
Pero los zamoranos, que como todo conjunto que se llega a Villa Crespo, viene en plan conservador y amarrete, se encontró a los 17’ con un rebote dado por Don Rodrigo (tiene cien años de perdón) y Ávalos que pasaba por ahí puso el 1 a 0, que hasta ese momento ninguno merecía.
Y allí comenzó un torrente de calamidades, que terminaron por minar toda posibilidad de reacción del equipo bohemio: a los 22’ Gonzalo Sosa sufre una grave lesión en un choque con un defensa de Los Andes y la imagen viéndolo subir a la ambulancia que impacta sensiblemente sobre público y jugadores .
A los 34´, el grandote Jiménez define con exquisitez sobre la cabeza del portero local. Siete minutos después, un tiro libre desde la derecha se desvía en Molfeso y liquida el pleito.
Si bien poco había hecho los huéspedes por obtener las glorias de la victoria, no había desaprovechado ninguna de las enormes ventajas obsequiadas por el elenco local.
Mal Catalán a la hora de detener enemigos, flojo también Rutini en esa función. Desconocido Segovia con muchas dudas y hasta los baluartes Arancibia y Llinás no brindaban las garantías acostumbradas.
El dudoso penal cobrado por Mainieri, sobre el final de la etapa, le da un poco de oxígeno a las maltrechas ilusiones bohemios. Es atajado, en primera instancia, por el arquero Díaz, pero el juez se apiada del sufrido público – a estas alturas totalmente empapado- y le da una segunda oportunidad, que el goleador obligado de los villacrespense, esta vez no desperdicia.
El segundo tiempo estuvo de más, o mejor dicho sólo sirvió para probar la inexplicable fidelidad y estoicismo de los hinchas hacia el club de sus amores.
Por lo mostrado en el campo de juego, era más fácil que Cháves se dé un baño de inmersión a que Atlanta pudiera empatar el partido.
Con el ingreso del díscolo Quiroga, los bohemios pasaron a dominar las acciones, ante un Los Andes que se recostó sobre su arquero esperando que la ineficacia de los jugadores rivales y la lluvia sobre el campo, le hicieran ver con tranquilidad como el reloj marcaba las horas y las chances atlantes se ahogaban en el pantanal.
Entró Rolón por un dolorido Lolli, pero nada cambió.
Por fin el árbitro dio por terminado el encuentro para que los jugadores dejaran de resbalar inútilmente por el barro, sin acercarse a ninguno de los dos arcos. Los unos por lógico conformismo, los otros por preocupante impotencia.
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FIRST PART
SECOND PART
La verdà de la Moilanesky, Atlanta 1 - Lost Andes 3
ATLANTA 1 LOS ANDES 3
Pasan las fechas y Atlanta sigue su camino a los tropezones. El panorama es muy oscuro: sin triunfos, no hay posibilidad de resurgir. La realidad futbolística es preocupante. Porque la principal falencia sigue siendo la falta de gol, que se traduce en falta de triunfos y por lo tanto también en falta de puntos. Las urgencias aumentan, junto con la desesperación, los nervios y las exigencias. No sirve de nada saber que algo mejoró el equipo en cuanto a la generación ofensiva, o que mereció más. Ahora cada vez más empiezan a servir los puntos y nada más que los puntos. Porque mientras Atlanta se entretiene en encontrar su equipo, las fechas pasan, y se suman más frustraciones.
El Bohemio perdió nuevamente de local. Es cierto que fue un partido atípico por la lluvia y por el consiguiente estado del campo de juego. Ante aquellas circunstancias, no se podía exigir buen fútbol. Pero al menos Los Andes fue más inteligente –menos ingenuo-, supo adaptarse y aprovechar. Tres veces llegó en el primer tiempo y tres goles convirtió. Una eficacia asombrosa la del conjunto visitante, que supo cómo generar peligro cada vez que se lo propuso. Tuvo su dosis de buena suerte para conseguir semejante diferencia en el marcador, pero Atlanta ni siquiera se preocupó por forzar la suerte. En cambio, se empecinó en atacar de una manera que definitivamente no convenía debido a las condiciones climáticas. Jugar por abajo, tocar, intentar pasar rivales en el área, no era lo más conveniente pero fue lo que hizo Atlanta todo el partido. La lluvia pedía a gritos pases largos y centros para forzar el error de los defensores, y remates desde fuera del área para forzar el error del arquero.
Los Andes apostó a los errores bohemios y le salió muy bien, porque se encontró con una tarde para el olvido de los tres defensores Cherro, Arancibia y Segovia, y también del arquero Llinás, que al dar rebote produjo el primer gol. La defensa ya había hecho una mala labor en el partido ante Almagro.
Para colmo, el arquero milrayita respondió siempre bien y los defensores visitantes no tuvieron fallas. Atlanta, sin respuestas, se encontró con un penal cobrado por su propia hinchada y que debió ser pateado dos veces para que el Mágico lo metiera. Todo un signo de la realidad goleadora del equipo. De esta manera el conjunto de Alonso descontó pero no pudo ponerse a tiro del empate en ningún momento.
jueves, 29 de octubre de 2009
De Croacia con Furor, el Goleador que esperabamos!!!
Con ustedes
Ilija Sivonjic
La Autentica Rusa Siome!!!!!!!
EE.UU.: una mujer ofreció sexo para conseguirle a su marido entradas para un partido de béisbol
Susan Finkelstein, de 43 años, publicó un aviso en Internet en el que destacaba sus atributos físicos y proponía "ayuda mutua" a quien le diera dos tickets para ver a Philadelphia en la Serie Mundial.
Hay personas que por amor están dispuestas a cualquier cosa. Este parece ser el caso de Susan Finkelstein, una mujer de 43 años que quiso complacer a su marido, hincha de Philadelphia, y ante la falta de recursos económicos subió un aviso a internet en el que ofrecía sexo a cambio de entradas para ver el partido frente a New York Yankees, por la Serie Mundial de Béisbol."Aficionada de corazón a los Filis -preciosa, alta, con mucho busto, rubia- está desesperada por dos boletos de la Serie Mundial. Precio negociable -¡soy creativa! ¡Tal vez podamos ayudarnos mutuamente!", decía el anuncio de Finkelstein en la página.
Según publica la NBC, un agente encubierto acudió a la cita con Finkelstein, quien quedó detenida, imputada por ejercer la prostitución, tras realizarle insinuaciones sexuales al efectivo "a cambio de los boletos".
La Verdà de la Moilanesky : Almagro 1 - Atlanta 1
El Robo del Siglo.
Nos han choreado. Nos afanaron. No hay otra explicación a lo sucedido en José Ingenieros. La sensación de Alonso, de los jugadores, de todo el pueblo bohemio, es que ha sido un verdadero robo. Dos veces tuvimos que ahogar el grito de gol que nos daba el triunfo. Pocas veces en la vida uno se siente tan boludo como después de gritar un gol que finalmente fue anulado. Pero luego la vergüenza es reemplazada por una incontenible ira. De esa ira fuimos presos todos los bohemios al ver, impotentes, que la victoria se nos negaba.
La realidad indica que Atlanta mereció ganar el partido. No sólo porque en general jugó mejor que Almagro, sino porque generó mayor cantidad de situaciones de peligro y porque sobre el final del encuentro, en el último cuarto de hora, fue el equipo que arriesgó y apostó al triunfo. Estuvo muy cerca de conseguirlo. Mientras el conjunto local se hundía en su propia incapacidad y desconcierto futbolístico, y parecía que el empate conformaba a ambos, Alonso sorprendió a todos con el único cambio que realizó en el partido. Martino entró por Catalán y Atlanta sumó más hombres de ataque, dominando totalmente el juego y llegando con gran peligro al arco de Pave. Dos veces gritamos gol en ese lapso, pero ambos fueron anulados por off-side a instancias del juez de línea Quiroga. Uno de ellos fue claramente mal cobrado y por eso la sensación de todos fue que el empate terminó siendo una verdadera injusticia, no sólo por el juego, sino también por las decisiones arbitrales.
Atlanta no sólo jugó mejor en ese lapso final. También tuvo su buen momento en el primer tiempo. La gran figura fue el Mágico González, conductor insipirado en todo el partido y goleador. Un dato que ilustra lo bien que llegó a jugar el equipo: convirtió el primer gol de jugada en todo el campeonato. También fueron muy buenas las tareas de Rutili y Lolli, mientras que Guzmán sumó una de cal y otra de arena: se mostró muy participativo siempre y estuvo involucrado en muchísimas jugadas de peligro, pero falló demasiado a la hora de definir.
No cabe duda de que fue el mejor partido del equipo en lo que va del torneo. Pero ojo que lograr eso no es muy difícil. La falta de definición sigue siendo un problema gravísimo que aleja a Atlanta de la posibilidad de escalar posiciones en la tabla: si no ganamos, vamos a terminar hundidos, en el último puesto. Por otra parte, la defensa no dio las mismas garantías que en los últimos partidos. Almagro, con poco, tuvo sus situaciones y hasta pudo llevarse los tres puntos en el último minuto.
El Commento del Marques: Almagro 1 - Atlanta 1
AGARRÁMELA CON LA MANO
¡No debe haber cosa más dolorosa, mi fiel escudero, que a un pintor le roben su obra maestra que le ha costado tanto tiempo de trabajo e inspiración, que a un jardinero su flor dilecta, que a un luthier su instrumento artesanal! ¡Y que a Atlanta le roben los goles que le cuesta un huevo y medio convertir!
Y eso ha sucedido anoche y no ha sido sólo uno, sino dos los tantos hurtados debido a la presbicia del linesman y la miopía del umpire Vigliano (“agarrámela con la mano”, digamos para estar a tono con la mediocridad de esta tierra maradoniana).
Lo cierto que en la noche del martes, Atlanta debió retirarse con tres puntos en el bolsillo de las tierras allende a la frontera noroeste de la ciudad y apenas terminó acariciando un tibio empate que -aún de visitante- fue más castigo que premio.
Digamos para no ilusionar vanamente al atlanterío, que el equipo que otrora defendiera el Dr. Arturo Frondizi, es una banda con unos cuantos gerontes que más que jugar al fútbol sobre la raleada gramilla del estadio almagrero, deberían practicar el golf en el verde césped de los links aledaños.
El entrenador del team porteño casi no cambió nada de la formación táctica que presentó ante el Gallo, apenas unos días atrás. Salvo que a Pinocho Marecos lo mandó a la platea y a lo sustituyó por Galeano. Así quedó conformada la gloriosa entidad fundada un 12 de octubre de 1904: En el arco y como esperemos sea para toda la eternidad, Don Rodrigo Llinás. Los tres defensores fueron Nico Cherro, el salteño Arancibia y Segovia. Cuatro volantes con el petizo Lolli, el rutilante Rutili, el apacible Catalán y el mentado Galeano. Como enganchador el sucesor de Bochini, Miguel González, y los delanteros fueron el torito Guzmán por afuera y Sosa rondando el punto del penal.
Como viene aconteciendo normalmente, empezó mejor el visitante que se adueñó del balón y se la entregó al Mágico para que éste le diera el mejor de los destinos.
No había transcurrido mucho cuando el requerido por el Tolo Gallego recibió un pase de Guzmán en centro del área y aconteció el milagro impensado: ¡Otra que la resurrección de Lázaro!!Otra que la aparición de la Virgen de Lourdes!¡Otra que un hijo de Michel Jackson! ¡Gol de Atlanta! Y como sí fuera poco de jugada.
Superado el asombro, con el acontecer de las acciones se fueron aclarando las cosas para dejar en evidencia que el milagro no era tanto. Lo imposible y extraño es no hacerle un gol a esta defensa tricoloreada, que es una obra maestra del terror digna ge Boris Karloff.
A partir de allí Atlanta comandó sin sobresaltos lo trámites partidarios y Don Rodrigo pasaba su primera noche apacible desde que recaló en el tanguero barrio de Villa Crespo.
Porque la defensa controlaba sin problemas las intentonas del abuelo Yaqué - que como todo anciano cuando el cuerpo no responde, recurre a la lengua y se la pasó todo el tiempo tratando de manejarle el partido al árbitro- Liderados por Arancibia, Cherro con grandes dificultades y Segovia con muchas menos se encargaban de frenar los escasos impulsos almagreros unos metros antes de la media luna bohemia.
Unos pasos más adelante, el rutilante Rutili exhibía su calidad y sapiencia para patrullar la zona céntrica, seguido de cerca por el pachorriento Catalán.
Por las bandas, Lolli se ofrecía como alternativa de ataque y en el lado opuesto, no aparecía tan punzante el pibe Galeano.
Guzmán estaba inspirado a la hora de superar a los troncos que lo marcaban, pero no tanto a la hora de definir y así desperdició tres oportunidades (de esas que poco abundan), dos por morfón y la tercera ineficacia. Sosa en tanto se movía inquieto, esperando vanamente algún pase que le permitiera anotarse en la insigne galería de los goleadores bohemios.
Pero en un descuido, el único jugador enemigo que sabía algo, Vinaccia, aprovechó un descuido y, cuando nadie lo esperaba, se escapó por la punta derecha y batió al arquero atlante.
Con este excesivo premio para los almagreros y no mucho más para contar, se acabó el primer tiempo.
En el segundo, el entrenador local debió quemar rápidamente las naves, ya que los vejestorios se le caían a pedazos y a los quince minutos ya había agotado los tres cambios. Entre ellos el ídolo tricolor Yaqué y el rubio Figueroa que algo aportaba en el medio campo.
El complemento se desarrollaba en un clima de paridad y amistad, con un medio campo superpoblado, donde la estrella del Mágico comenzaba a apagarse, Catalán se fundía y solo Rutili continuaba como en el minuto 0.
La ventaja de tener intacta la posibilidad de cambios, no supo ser avizorada por el alineador villacrespense, que contando con tres hombres de refresco para imponer el mayor resto físico de los atlantes, sólo optó por un único relevo. Y fue un cambio valeroso: sacó un vanguardista y ubicó un volante.
Y en esos minutos finales El bohemio estrujó a Almagro contra su arco, Sosa se perdió una seguidilla de goles y, como ya fue dicho, los dos que concretó los anuló el pelandrún de Vigliano (agarrámela….).
Con el agridulce sabor por haber visto jugar mejor a nuestra querida escuadra, de haber vuelto a ver un gol después de mucho tiempo, pero a la vez cosechado un escaso punto cuando merecíamos más, nos retiramos del estadio 3 de Febrero silbando bajito.
Aunque, esta vez con la esperanza de que tal vez el despegue del equipo pueda empezar a concretarse próximamente.